El presidente del campeonato griego solicitó este lunes al gobierno del país que autorizara la reanudación del torneo, suspendido el pasado fin de semana por tercera vez esta temporada debido a los sucesivos capítulos de violencia.

“Pedimos de forma unánime al ministro (de deportes) continuar el campeonato con el objetivo de mostrar que nadie desea que la violencia contamine nuestro fútbol. La respuesta a la violencia es nuestro compromiso. Pero nada va a cambiar apretando un botón, hay que trabajar”, señaló Giorgos Borovilos.

Entre las medidas propuestas por la Super League (primera división) para combatir la violencia transmitidas al ministro de deportes Stavros Kontonis figuran la instalación de la venta de entradas mediante sistemas electrónicos, cámaras de seguridad en los estadios, severas sanciones contra los aficionados que causen problemas, prohibir los movimientos organizados de grupos y la posibilidad del árbitro de interrumpir los partidos en caso de lanzamiento de proyectiles o invasión del terreno.

El gobierno de Grecia anunció el pasado miércoles la suspensión de los partidos de primera división del fin de semana, mientras decide las medidas que toma tras los incidentes sucedidos en el duelo entre el Panathinaikos y Olympiakos, entre ellos agresiones, lanzamientos de objetos e invasión del campo por parte de los hinchas.

Fue la tercera suspensión de la competición en la actual temporada. La primera se decretó en septiembre, después de la muerte de un aficionado en la isla de Creta durante un partido de tercera división.

En noviembre también se suspendió el fútbol tras una agresión a un árbitro que tuvo que ser hospitalizado.