El nuevo hospital de Rancagua pronto será inaugurado tras cinco años de obras, por lo que ya se está buscando un nombre para denominar al recinto, y entre los postulantes hay uno bastante particular: “Hospital Dra. Michelle Bachelet”.

Múltiples retrasos en su construcción ha sufrido el recinto asistencial en O’Higgins. De hecho, fue la misma presidenta Michelle Bachelet quien puso la primera piedra en enero de 2010, cuando se iniciaron los trabajos, y pese a que debía terminarse a mediados de 2012, tras cinco años sigue sin ser concluido.

Esto provocó que los costos se incrementaran en $ 1.170 millones, pasando de requerir una inversión de $66 mil millones a $75 mil millones.

Según explicó al diario La Tercera el director del Servicio de Salud O’Higgins, Fernando Troncoso, “el plazo no se cumplió por múltiples factores. El terremoto dilató las obras y generó problemas de reclutamiento de personal calificado para avanzar al ritmo programado. También hubo complicaciones financieras y que significaron la salida de una de las firmas del consorcio a cargo de la construcción”.

No obstante, esta situación ya quedó atrás, y el 16 de marzo se espera que se realice la recepción de obras, lo que permitiría el traslado de las instalaciones del hospital al nuevo edificio de 90 mil metros cuadrados.

Esto conlleva que habrá elegir el nombre del nuevo recinto, y entre las alternativas se estaría considerando el de “Dra. Michelle Bachelet”.

Al respecto, Troncoso admitió a La Tercera que este nombre se está considerando, indicando que “hay un grupo de personas, que admira su trayectoria sanitaria y condición de gobernante, interesado en ponerle ese nombre, porque ella puso la primera piedra y ha estado directamente involucrada”.

El diputado por la comuna, Juan Luis Castro (PS), es uno de los que apoya esta iniciativa, afirmando que “desde que el hospital inició las obras lo propuse y he desplegado una iniciativa para que lleve el nombre de la presidenta, que en su primer mandato aprobó los fondos que permitieron su construcción y que ahora será quien lo inaugure”.

No obstante, también ha presentado opiniones contrarias, como la de Felipe Eduardo de la Barra, de la organización Somos Vida, quien expresó que esta obra “no debiera tener un color político, porque no se atiende a políticos, sino a personas comunes”.