Dos astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) terminaron el miércoles una segunda caminata espacial de rutina, pero el hallazgo de agua en el casco de uno de ellos elevó preocupaciones sobre la seguridad de los trajes de la NASA.

Barry Wilmore, comandante de la tripulación de seis miembros de la estación, y Terry Virts, un ingeniero de vuelo, salieron de la estación para instalar los equipamientos necesarios para el amarre de futuras cápsulas comerciales estadounidenses tripuladas a partir de 2017.

Pero, al completar el retorno, se había formado una acumulación de agua “en la parte frontal de su casco (de Virts) a la altura de los ojos”, dijo la astronauta italiana Samantha Cristoforetti a la misión de control en Houston, Texas (sur de EEUU).

La acumulación de agua era “de cerca de tres pulgadas (7,6 cm) de diámetro”, dijo Cristoforetti.

NASA

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Virts no estaba en peligro, si bien la cantidad de agua aumentó respecto al primer momento en que el astronauta la percibió.

Los dos mecánicos espaciales se reintegraron a la cámara de descompresión de la EEI, luego de una salida de seis horas 43 minutos.

Virts no reportó ningún problema durante la salida y el comentador de la NASA Rob Navias dijo que el problema no era “tan severo” como cuando casi se ahogó el italiano Luca Parmitano, quien debió volver a toda prisa a la estación en 2013 cuando comenzó a acumularse agua en su casco.

Precisamente la semana pasa, la NASA había informado que sus ingenieros estaban preocupados por frecuentes problemas en los sistemas de control de temperatura de los trajes espaciales, entre ellos el agua y la condensación.

Estas salidas fuera de la EEI apuntan a la instalación de nuevos equipos para permitir el acoplamiento de las futuras dos naves de las empresas privadas SpaceX y Boeing, que transportarán a los astronautas a la Estación a partir de 2017 en virtud de contratos con la Nasa.

Wilmore y Virts efectuaron la primera salida de más de seis horas el sábado.