A tres sectores del Mercado Central se extendió la toma en la que hasta ayer sólo participaba una decena de comerciantes. Ahora son otros cinco locatarios los que se sumaron a la medida de presión, en demanda para que la Municipalidad de Concepción consiga un espacio donde puedan reabrir sus cocinerías.

El seremi de Salud, Mauricio Careaga, llegó durante la mañana de este miércoles al lugar. Su objetivo era advertir a las locatarias que no se les permitiría abrir sus restaurantes al interior del recinto comercial, declarado inhabitable desde el incendio en abril de 2013.

Las comerciantes plantearon a la autoridad una supuesta discriminación, al prohibírseles a ellas el funcionamiento y no a otros ocho locales, los que inmediatamente fueron informados de la orden de clausura, por no contar con permisos municipales ni sanitarios.

Tras las notificaciones de cierre, que debían cumplirse en la tarde, Careaga selló con las locatarias en toma un compromiso para mediar con el municipio en la búsqueda de un terreno.

Sin embargo, todo fracasó al no poder la autoridad sanitaria clausurar y desalojar las cocinerías, replicando los comerciantes la medida de presión de las primeras locatarias y decidiendo tomarse otros dos sectores del Mercado Central.

Así lo confirmó Hugo Rojas, jefe del Departamento de Acción Sanitaria.

Fueron sólo tres comerciantes los que permitieron el desalojo, uno de ellos -Nelson Andrades- relató el drama que significa no poder seguir con su cocinería.

Aunque hay una división entre los tres grupos que están ahora en toma, coinciden en que la autoridad -especialmente el alcalde Alvaro Ortiz- debe encontrar una salida al problema. Así lo resumió Nieves Cares, dirigenta de los arrendatarios.

El presidente de la Asociación de Arrendatarios, Guillermo Canales, atribuyó el agravamiento del conflicto a la intervención -irresponsable, dijo- de los concejales Patricio Kuhn, Joaquín Eguiluz, Alejandra Smith y Cristian Paulsen, por supuestamente orquestar la toma original del Mercado Central.