El Mundial 2022 de Qatar se jugará seguramente en el invierno local, algo que no parece un secreto, pero las fechas exactas todavía no se conocen y varias voces parecen apostar por noviembre-diciembre, en vísperas de que el martes se reúna en Doha un grupo de trabajo.

Ese encuentro puede ser determinante antes de que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) tome su decisión final, en principio en marzo en una reunión de sus dirigentes en Zúrich.

Evitar el calor y los Juegos

Las altísimas temperaturas del verano catarí, que pueden llegar hasta los 50 grados centígrados, complican muchísimo que el torneo se dispute en las fechas habituales de junio y julio.

Michel Platini, presidente de la UEFA, apostó por el invierno desde el principio y desde la FIFA, su presidente Joseph Blatter fue decantándose por esa opción.

El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, afirmó a finales de enero en la emisora France Info que el Mundial de Qatar será “en invierno”.

El grupo de trabajo que estudia el posible calendario, que se reúne el martes en Doha, debería efectivamente descartar la opción del verano y también la de mayo-junio, defendida por la Asociación de Clubes (ECA) y las Ligas Profesionales europeas (EPFL).

El clima en la primavera catarí también tiene temperaturas altas (35 a 40 grados) y desde la FIFA se ha señalado que se piensa en dos opciones, enero-febrero de 2022 o noviembre-diciembre de ese mismo año.

El presidente de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) y presidente del grupo de trabajo sobre el calendario, el Cheikh bahreiní Salman Bin Ebrahim Al Khalifa, se ha mostrado claro en declaraciones a la prensa australiana: “el mejor momento para organizar el Mundial 2022 de Catar es en noviembre y diciembre, ya que tendrá que jugarse en invierno”.

A finales de año, las temperaturas rondan los 25 grados centígrados en el emirato.

Esa fecha permitiría además no entrar en colisión mediática con los Juegos Olímpicos de invierno, que se disputan tradicionalmente en febrero.

“Las últimas señales enviadas por la FIFA indican que no habrá confrontación directa”, celebró Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).

El Mundial de las polémicas

El grupo de trabajo debe presentar sus conclusiones el martes, pero la decisión final la corresponde al Comité Ejecutivo de la FIFA, una especie de gobierno del fútbol mundial, que se reunirá en Zúrich los días 19 y 20 de marzo.

La UEFA está dispuesta a adaptar su calendario (Liga de Campeones y Europa League) para hacer hueco a un Mundial en el invierno del hemisferio Norte. La opción de noviembre-diciembre gustaría menos a las asociaciones de clubes y ligas europeas.

Pero la polémica de las fechas no es la única que ha acompañado al Mundial 2022 desde que en diciembre de 2010 se atribuyó la sede a Qatar, un minúsculo territorio en extensión (11.737 kilómetros cuadrados), pero que es especialmente rico y que cuenta con las terceras reservas mundiales de gas.

Los rumores sobre corrupción en el proceso de atribución han sonado con insistencia.

En diciembre de 2014 dimitió Michael Garcia, el hombre que había recibido de la FIFA el encargo de investigar las acusaciones.

El ex fiscal estadounidense reprochó a la FIFA una presentación “errónea e incompleta” de sus investigaciones, recogidas en un informe. Voces importantes del fútbol, como Platini o el príncipe jordano Ali Bin Al Hussein -uno de los vicepresidentes de la FIFA-, han solicitado la publicación del controvertido informe.

Las condiciones de trabajo en las obras del Mundial de Qatar, denunciadas por organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos, también han motivado críticas y peticiones de mejoras para los trabajadores, en un altísimo número procedentes de otros países asiáticos.