La presidenta argentina Cristina Fernández cuestionó este sábado a través de las redes sociales la masiva marcha del pasado miércoles, convocada por fiscales opositores al cumplirse un mes de que fuera hallado muerto el fiscal Alberto Nisman, tras acusar penalmente a la mandataria.

“18F, el bautismo de fuego del partido judicial”, tituló Fernández un extenso escrito en el que calificó de “insólita” la marcha de silencio convocada como homenaje al fiscal Nisman, y que oculta, según ella, motivaciones políticas.

Se trata de la primera vez que la mandataria se refiere a la manifestación, que otros miembros de su gobierno denunciaron busca la desestabilización en el tramo final del mandato de Fernández, en un país que celebrará elecciones presidenciales en octubre.

Nisman fue hallado muerto en su departamento, en la víspera de su comparecencia ante el Congreso, para presentar las pruebas que sostenían su acusación contra Fernández, el canciller Héctor Timerman y allegados al gobierno de encubrir a exfuncionarios iraníes por el atentado antisemita de 1994 que dejó 85 muertos y 300 heridos. Una acusación tildada por Fernández de “descabellada”.

La mandataria consideró que “fue decididamente una marcha opositora, convocada por fiscales y apoyada por jueces y todo el arco político opositor”.

“En síntesis: una marcha de varios integrantes de un Poder del Estado, el Judicial, contra otro Poder de la Constitución: el Ejecutivo”, afirmó.

Fernández también fustigó a los seis fiscales convocantes de los que dijo que dos “fueron acusados por familiares de las víctimas de obstaculizar la causa AMIA y la tarea del propio Nisman” que investigaba el atentado contra esa mutual judía.

Por otro lado se mofó de las cifra de 400.000 asistentes a la marcha que estimó la policía comunal, distrito que gobierna el alcalde opositor y candidato presidencial por el PRO (derecha) Mauricio Macri, frente a los 50.000 que estimó la Policía Federal.

Según Fernández la cifra de 400.000 personas es “patéticamente absurda y políticamente armada” con el respaldo de “grandes medios (de comunicación) y grupos económicos”.

En su opinión “ese Partido Judicial debe aparecer con ‘respaldo masivo’ (no popular, concepto impensable para los que concurrieron al evento) que avale y de aires de legalidad a cualquier mamarracho judicial”.

“Además de ser opositor (el partido judicial) es opositor y destituyente del gobierno”, concluyó.

También criticó al fiscal Gerardo Pollicita, que retomó la denuncia de Nisman tras su muerte, por declinar una invitación de diputados oficialistas para concurrir al Congreso a explicar sus argumentos acusatorios bajo supuesto “secreto de sumario”.

“Resultan realmente sorprendentes, y una muestra más de cómo funciona el Partido Judicial, los motivos que alega el Fiscal Pollicita para no concurrir al Congreso de la Nación a explicar una denuncia tan importante en la que estaría involucrada la Presidenta de la Nación, su Canciller y un Diputado, entre otros”, se quejó.