Tras el exitoso segundo semestre de 2014, Universidad de Chile vive un momento complejo en este inicio de año. A los malos resultados deportivos, los problemas físicos del entrenador Martín Lasarte y los conflictos de una parte de su hinchada, ahora los azules abren un nuevo foco de potencial incomodidad.

Se trata de un correo electrónico enviado a sus pares por el miembro del directorio de Azul Azul, Peter Hiller, el 17 de junio de 2014 y donde se refiere en duros términos al jugador Gustavo Canales, quien en ese entonces estaba a punto de retornar al club. Documento que fue dado a conocer por el diario El Mercurio.

En el texto, Hiller dejaba en claro su oposición a la vuelta de Canales -por lo que votó en contra en el directorio-, indicando que “encuentro que tener un costo de US$ 100.000 al mes por 24 meses por un jugador viejo, con una rodilla para la miseria, poco goleador si no tomamos en cuenta los penales convertidos, suspendido en Argentina por doping, es una locura. Estoy seguro que en ninguna empresa un hecho como este sería posible”.

El directivo agrega en el escrito que “su costo representa un 24% del total de nuestra plantilla en el último campeonato. Siendo que de por sí es un mal elemento para el camarín, ¿hay alguien que crea que cuando se sepa su costo y remuneración, esto va a mejorar el ambiente entre los jugadores?“, agregando que “estamos actuando en base a calenturas y expectativas exageradas. Todos sabemos que no podrá estar presente, en el mejor de los casos, en algunos o varios partidos porque su físico se lo va a impedir. ¿Cuáles serán esos partidos? ¿Los sin “sin importancia” o los “clásicos”?(…) ¿Seriamente, me van a decir que no existe un centrodelantero que nos cueste US$ 3.600.000 por tres años y que además podríamos vender después?” se puede leer.

Pero las críticas de Hiller hacía el retorno del atacante se mezclaron con el proyecto de construcción del estadio de los universitarios y el manejo económico del club en ese entonces. “Si a esto le sumo el Estadio, que ya parte con un déficit de 20 millones de dólares, todo se encadena en una fiesta del despilfarro que el club no tiene. Decir que no importa, porque haremos un aumento de capital es volver a la época de los mecenas en el fútbol. ¿Cómo quedará la caja después de todos los finiquitos, venta y contrataciones que estamos haciendo? Hace nada teníamos un superávit de 15 millones de dólares. ¿Cuánto nos queda? ¿Cómo cubriremos el déficit que tendremos este año?…”.

La nota asegura que posteriormente Hiller habría reconocido en el directorio que se equivocó en su evaluación inicial, considerando los 9 goles anotados en 15 partidos por Canales en ese torneo -uno de ellos ante Unión La Calera, que terminó dándole el título del Apertura 2014- , aunque cercanos al dirigente aseguran que mantiene su pensamiento respecto al costo y consecuencias del contrato firmado con el jugador.