El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anunció este miércoles que su país solicitará el envío de un contingente internacional para mantener la paz en el este prorruso, tras perder la ciudad clave de Debaltsevo a manos de los rebeldes.

Los insurgentes infligieron un nuevo revés a las autoridades de Kiev, obligando al ejército ucraniano a abandonar la ciudad de Debaltsevo tras encarnizados combates.

No se trata de una conquista más: tomando esta localidad que une por ferrocarril los bastiones separatistas de Lugansk y Donetsk, los rebeldes logran el control estratégico del este del país y refuerzan los éxitos militares logrados durante el verano.

La zona controlada por los rebeldes es por fin relativamente homogénea, al haber unido Lugansk y Donetsk; las dudas que surgen ahora es si los insurgentes tratarán de seguir avanzando hacia el oeste o hacia el sur.

Frente a la posibilidad de mayores avances, Poroshenko ha apelado al apoyo internacional: el miércoles, antes de empezar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa, el presiente ucraniano anunció que su país pedirá una misión policial de la Unión Europea en el este del país.

“Creemos que es el mejor formato. Estamos seguros de que sería la mejor garantía, la más efectiva, para la seguridad”, afirmó.

El principio de un contingente de paz internacional que supervisaría la porosa frontera rusoucraniana y la que separa Ucrania de los territorios insurgentes fue adoptada por el Consejo de Seguridad, pero aún debe ser votada en el parlamento ucraniano.

Ante el cambio en el equilibrio de fuerzas, los presidentes francés, François Hollande, ucraniano, Petro Poroshenko, y ruso, Vladimir Putin, y la jefa de gobierno alemana Angela Merkel, debían mantener una conversación telefónica a cuatro en la noche del miércoles.

Por la mañana, Poroshenko anunció la retirada de Debaltsevo desde el aeropuerto de Kiev, antes de viajar a la línea del frente y reunirse con los soldados que dejaron la ciudad.

Humillar a Kiev

La Unión Europea (UE) consideró que la toma de la ciudad por los separatistas es una “clara violación del alto el fuego”.

“Rusia y los separatistas deben inmediata y plenamente aplicar los compromisos adoptados en Minsk [...] empezando por el respeto al alto el fuego y la retirada de todas las armas pesadas”, insistió la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.

Ucrania y Estados Unidos han acusado a Rusia de proveer de armas y tropas a los insurgentes para la ofensiva final contra esta ciudad.

Desde Riga, al margen de una reunión de ministros europeos de Defensa hasta el jueves, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, repitió la acusación: “Las tropas rusas, la artillería y las unidades de defensa antiaérea, así como los elementos de comando y de control, siguen activos en Ucrania”.

El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo este miércoles que el acuerdo de Minsk no está “muerto” e informó de una nueva conversación telefónica del secretario de Estado John Kerry con su homólogo soviético Sergei Lavrov.

Kerry instó a Lavrov a “detener a los rusos y a los ataques separatistas en las posiciones ucranianas en Debaltsevo, entre otras violaciones del cese el fuego”, dijo la portavoz del Departamento de estado, Jen Psaki.

La ofensiva rebelde fue lanzada el martes, en el tercer día de una tregua acordada la semana pasada tras una noche de negociaciones en Minsk (Bielorrusia) entre los dirigentes ucraniano, ruso, francés y alemán.

Los rebeldes llamaron a Kiev a respetar los acuerdos de Minsk et incluso afirmaron haber comenzado a retirar las armas pesadas de la línea de frente.

Un experto militar ruso consideró que Moscú no busca tomar Debaltsevo por su valor estratégico, sino para debilitar e incluso hacer caer al presidente prooccidental Poroshenko, criticado por su gestión de la guerra. El poder ruso quiere “humillar de forma espectacular al ejército ucraniano”, escribía Pavel Felgengaouer en una tribuna.

El balance de muertos tras la victoria separatista es, cuanto menos, contradictorio. El presidente Poroshenko mencionó un balance “preliminar” de 30 heridos en la evacuación de un total de 2.000 soldados, pero ciertos medios ucranianos hablan de más de una cuarentena.

El ejército informó de al menos cinco soldados muertos en las últimas 24 horas, pero el director de la morgue de Artemivsk, la ciudad a una treintena de kilómetros de Debaltsevo donde se han replegado las tropas de Kiev, indicó a la AFP que había recibido 13 cuerpos de soldados ucranianos.

Por su parte, un periodista de la AFP vio varios cuerpos, algunos con uniforme militar en el interior de la morgue y cerca del edificio.

Más de 10 días de combates por esta ciudad estratégica con bastante seguridad habrán dejado muertos entre los miles de civiles bloqueados en las hostilidades.

El ministro británico de Defensa, Michael Fallon, citado por la prensa londinense, estimó que Rusia podría emplear con los países bálticos miembros de la OTAN la estrategia que está acusada de aplicar para desestabilizar Ucrania.