El uso autorizado de armas de fuego a militares en el control de manifestaciones en Venezuela es una “mala idea” que puede agravar la situación de los derechos humanos en ese país, denunció este jueves la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW).

“Emplear las fuerzas militares para controlar protestas políticas es una muy mala idea”, dijo José Miguel Vivanco, director ejecutivo para las Américas de HRW, llamando al gobierno del presidente Nicolás Maduro a revocar esa medida.

Vivanco criticó en un comunicado la nueva normativa, “especialmente en un país donde ya hay antecedentes de que miembros de las fuerzas de seguridad hayan cometido impunemente abusos aberrantes” contra manifestantes pacíficos.

Los venezolanos “tienen buenas razones para temer que la intervención de militares, que están entrenados para situaciones de guerra y no para controlar el orden público, sólo agrave la situación” de los derechos humanos, añadió.

Una polémica resolución gubernamental publicada la semana pasada, que enumera normas sobre la actuación de la Fuerza Armada al momento de ejercer “funciones de control del orden público” en manifestaciones, autoriza el “uso de la fuerza” gradual, “partiendo de la presencia ostensiva, hasta el uso del arma de fuego”.

Esta normativa, blanco de numerosas críticas, se publicó a pocos días del primer aniversario del inicio de la ola de protestas opositoras, que de febrero a mayo de 2014 sacudieron a Venezuela con saldo de 43 muertos y cientos de heridos.

Este jueves, justo un año después del estallido de las manifestaciones, estudiantes opositores se enfrentaron con las fuerzas de seguridad en Caracas y San Cristóbal (oeste de Venezuela), con al menos dos heridos leves.