Una comisión de académicos entregó este martes su informe sobre la historia del conflicto armado colombiano de medio siglo a los negociadores del gobierno y la guerrilla FARC en Cuba, que debe servir como “insumo” para diseñar fórmulas para la paz.

Integrada por 12 expertos y dos relatores, la comisión investigó durante casi seis meses los “principales factores y condiciones que han facilitado o contribuido a la persistencia del conflicto” armado, así como sus “orígenes” y sus “múltiples causas”.

Los relatores Víctor Moncayo y Eduardo Pizarro comenzaron a exponer las conclusiones del informe -que en rigor son 12 informes individuales- a los miembros de ambas delegaciones negociadoras, en una sesión a puertas cerradas que se prolongaría todo el día.

A la sesión asistieron 11 de los 12 académicos, así como las delegaciones negociadoras encabezadas por Humberto de la Calle (gobierno) e Iván Márquez (FARC).

Los académicos analizaron también “los efectos e impactos más notorios del conflicto sobre la población” colombiana, con el fin de que sus conclusiones sirvan para un eventual acuerdo que ponga fin a un conflicto que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados, según cifras oficiales.

Sin embargo, sus conclusiones no reemplazan al informe de una “Comisión de la Verdad”, que las partes esperan crear una vez que termine el conflicto armado, según aclararon fuentes de ambos equipos. Tampoco tendrán efectos jurídicos, pues no fijan responsabilidades penales.

El contenido del documento no ha sido publicado hasta ahora, pero una fuente del gobierno dijo que será ampliamente difundido en Colombia.

La sesión de entrega del informe se desarrollaba excepcionalmente en un salón del hotel Occidental Miramar, repleto de turistas, y no en el Palacio de Convenciones de La Habana, sede habitual de las pláticas de paz iniciadas el 19 de noviembre de 2012.

Junto a los académicos, relatores y negociadores del gobierno de Juan Manuel Santos y de las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), estaban presentes en la sesión diplomáticos de los países “garantes” del proceso de paz -Cuba y Noruega- y los “acompañantes” -Chile y Venezuela-.