Los 23 futbolistas marfileños ganadores de la Copa de África de Naciones (CAN), recibieron cada uno más de 90.000 euros (64 millones de pesos aproximadamente) de primas de parte Alassane Uattara, presidente de Costa de Marfil.

El seleccionador francés Hervé Renard, invitado el martes al palacio presidencial, recibió la prima más elevada: más de 114.000 euros (81 millones de pesos aproxidamente).

Sus jugadores recibieron una propiedad valorada en 46.000 euros (32 millones de pesos) y la misma suma en “dinero”, según el ministro de Deportes, Alain Lobognon.

“Gracias a ustedes, Costa de Marfil se ha unido de nuevo”, declaró el presidente Alassane Uattara, que insistió en el sentimiento de unidad nacional que han provocado los nuevos campeones africanos gracias a su título.

Costa de Marfil sale de una década de crisis político-militar, incluida la violencia poselectoral de 2010-2011, que causó más 3.000 muertes.

Los ‘Elefantes’, utilizados como instrumento de unidad nacional cuando el país estaba cortado en dos de 2002 a 2011, disputó dos finales en ese tiempo, sin lograr ganar el título. Hasta este domingo de ensueño. Su único título continental databa hasta ahora de 1992.

El conjunto de jugadores fue también condecorado con el título de Caballero de la Orden Nacional.

Los hermanos Touré, Copa Barry y Siaka Tiéné, ya distinguidos con esa condecoración en el pasado, fueron ascendidos a Oficiales de la Orden Nacional, así como el seleccionador Hervé Renard.

La Federación Marfileña de Fútbol recibió una recompensa de 380.000 euros (270 millones de pesos). El equipo técnico y administrativo se repartirá 460.000 euros (326 millones de pesos), para un total de unos 3 millones de euros ofrecidos por el jefe del Estado.

Esto último ha generado algunas críticas a nivel internacional, pues recordemos que Costa de Marfil está clasificada por la ONU en el puesto 171 en términos de índice de desarrollo humano en 2014 sobre 187 países, debido a debilidades médicas y educativas estructurales. De hecho, casi el 50 por ciento de la población marfileña está considerada como “pobre”, según cifras oficiales.