El gobierno de Damasco recibe “información” sobre los ataques aéreos de la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria, afirmó el presidente Bashar al Asad en una entrevista publicada este martes.

“A veces envían un mensaje, un mensaje general”, dijo Asad en una entrevista con la BBC en la capital siria.

“No hay diálogo. Digamos que hay información, pero no diálogo”, explicó. “No hay una cooperación directa”, añadió, precisando que la información le llega al gobierno sirio por terceras partes.

Damasco aceptó a regañadientes la campaña de ataques aéreos contra el Estado Islámico que comenzó en su territorio el 23 de septiembre, y ha criticado en muchas ocasiones a la coalición liderada por Estados Unidos por no coordinarse con el gobierno sirio.

Según el gobierno, los ataques aéreos no pueden derrotar al grupo yihadista mientras la comunidad internacional no coopere con las tropas sirias.

En la entrevista a la BBC, Asad descartó unirse a la coalición contra la organización Estado Islámico.

“Definitivamente, no podemos, ni tenemos la voluntad ni queremos, por una simple razón: no queremos estar en alianza con países que apoyan el terrorismo”, dijo.

El comentario parece ser una referencia al apoyo de la coalición a otros grupos rebeldes, que luchan por derrocar a Asad, y que el gobierno sirio califica de “terroristas”.

El presidente señaló que las autoridades norteamericanas “pisotean con toda naturalidad la legislación internacional, que ahora concierne a nuestra soberanía. Así que ellos no hablan con nosotros ni nosotros con ellos”.

Desde el inicio del conflicto sirio en marzo de 2011, han muerto más de 210.000 personas.

Los grupos de defensa de derechos humanos acusan al ejército sirio de matar a civiles indiscriminadamente en sus ataques aéreos, empleando barriles cargados de explosivos.

Asad negó que su ejército esté lanzando esos barriles de explosivos y metralla, largados por helicópteros y devastadores para la población civil. “Yo no he oído que el ejército esté usando barriles, u ollas a presión”, añadió el presidente, sonriendo al final de la frase.

“Tenemos bombas, misiles y balas”. “No hay armas indiscriminadas. Cuando disparas, apuntas (…) a los terroristas para proteger a civiles”, explicó.

Asad negó también que su gobierno usara armas químicas contra la población civil en agosto de 2013, en un ataque a las afueras de Damasco donde murieron 1.400 personas.

“¿Quién verificó quién lanzó ese gas a quién?”, se preguntó.

El presidente negó categóricamente que su gobierno fuera responsable de ese ataque, y calificó de “exagerado” el balance de muertos.

También desmintió el uso por parte del gobierno de clorina, otra acusación recurrente desde que Siria renunció a su arsenal químico en virtud de un acuerdo en 2013.