La fiscalía general de México tachó este lunes de “poco sustentados” los cuestionamientos que hizo un grupo de peritos independientes argentinos, sobre la investigación de la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes en septiembre de 2014 en Iguala (sur).

Los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), dijeron la noche del sábado que “carecen de evidencia científica” para asegurar, como lo hace la versión oficial, que los 43 jóvenes fueron asesinados e incinerados por narcotraficantes en un aislado basurero del municipio de Cocula, vecino de Iguala, y que sus restos fueron vertidos en un río cercano.

La fiscalía, esgrimiendo sus 487 peritajes y las declaraciones del casi centenar de detenidos, rechazó los argumentos “poco sustentados” del EAAF, y aseguró que “emite un criterio aislado”.

“No es aceptable que ante el cúmulo de evidencias, peritajes, confesiones, declaraciones e inspecciones ministeriales, se pretenda sembrar la duda de que en ese lugar (Cocula) fueron ejecutadas e incineradas alrededor de 40 personas”, dijo la dependencia en un comunicado.

Entre otros problemas, los peritos argentinos -que colaboran en el caso a petición de las familias de las víctimas- reiteraron que no estuvieron presentes en el momento en que buzos localizaron en el río una bolsa con los 17 restos humanos, que fueron enviados a un prestigioso laboratorio de Austria para la identificación de los estudiantes.

Por ahora, el laboratorio austriaco sólo ha podido identificar uno de los restos perteneciente a Alexander Mora, uno de los estudiantes desaparecidos la noche el 26 de septiembre.

El día del hallazgo de la bolsa, “el EAAF decidió darle prioridad al basurero de Cocula y se dirigió a él, en lugar de al Río San Juan”, dijo la fiscalía, al subrayar que “de manera científica” ha quedado comprobado que los sedimentos encontrados en el río corresponden químicamente a los hallados en el basurero.

“Cualquier opinión diferente a ese respecto resulta hipotética y lejana a la realidad”, señaló.

En su cuestionamiento, el EAAF pidió a la fiscalía desestimar como evidencias 42 elementos balísticos y muestras de tierra recogidas sin su presencia en un día en que el lugar no estaba custodiado por elementos de seguridad.

Los peritos argentinos no fueron convocados porque “no se encontraban acreditados en materia de balística (…) y el propósito de la diligencia era la recolección de elementos balísticos”, respondió la fiscalía.

Las familias de los estudiantes, que se resisten a creer que sus hijos estén muertos, tienen previsto ofrecer una conferencia de prensa el lunes para expresar su posición respecto a los cuestionamientos del EAAF.

Este estremecedor crimen desató una indignación sin precedentes en México que se expresó en multitudinarias manifestaciones, así como con reclamos de organismos y gobiernos internacionales como el de Estados Unidos.