Los precios de los alimentos continuó cayendo a escala mundial en enero, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien señaló el jueves que espera una producción “récord” de cereales.

Según la FAO, el índice de precios de los alimentos, que el organismo establece cada mes en base a cinco familias de productos de base – cereales, carnes, leche, aceites y azúcar- bajó un 1,9% respecto a diciembre de 2014 para situarse en 182,7 puntos.

Este descenso refleja las elevadas expectativas sobre la producción.

La FAO también revisó sus estimaciones sobre la producción de cereales mundial de 2014 al alza, hasta las 2.534 millones de toneladas, bajo el efecto de las mejores perspectivas para los cereales secundarios, una producción récord. Según sus primeras previsiones, espera asimismo cosechas favorables para 2015.

Las buenas condiciones de la oferta hicieron caer el precio del trigo, la carne de cerdo y el aceite de soja, constató la organización con sede en Roma.

El índice de precios de los cereales cayó así un 2,9% respecto a diciembre, y es un 34% inferior a su máximo de junio de 2008. Las compras mundiales de trigo cayeron un 7% respecto al mes anterior, reflejo de una oferta abundante.

Las existencias de cereales para 2015 se estiman en 623 millones de toneladas, en alza de un 8% frente al año anterior. Se espera que los inventarios de trigo y maíz aumenten, y que los de arroz se reduzcan en cerca de cuatro millones de toneladas, en India, Indonesia y Tailandia.

A nivel mundial, la FAO prevé que se emplearán 1.104 millones de toneladas de cereales para el consumo alimentario, un 1,1% más respecto al año anterior.

Como resultado, la relación entre el stock y el consumo de cereales para 2014/15 debería aumentar al 25%, su nivel más alto en más de una década.

El índice de precios alimentarios mundiales muestra una tendencia a la baja desde abril de 2014. La caída de enero estuvo relacionada con la abundancia de reservas, pero también con el fortalecimiento continuo del dólar y con los débiles precios del petróleo.

El índice de precios de la carne fue el único que aumentó desde enero de 2014, un 6,6 %; el índice de productos lácteos fue el que sufrió el descenso más acusado durante el mismo periodo de 12 meses (-35%).