Siempre se recomienda utilizar suficiente bloqueador solar para evitar enfermedades en la piel como el cáncer. Sin embargo, no muchos conocen de qué están compuestos estos productos, cómo actúan en la piel y cuáles son sus contraindicaciones.

Según explica Fernando Torres, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, “los niños menores de seis meses no deben utilizar ningún tipo de bloqueador por lo que por supuesto tampoco deben exponerse al sol”.

No todas las personas tienen una reacción positiva frente al bloqueador solar. Efectivamente, “hay personas que puedan ser alérgicas a alguno de los ingredientes del producto ya sea algún filtro, el perfume, preservante u otro”, advierte el químico farmacéutico, quien agrega que “el perfume y preservante pueden ser responsables de alergias en algunos usuarios”.

El también profesor de toxicología de la UNAB aclara que “en el caso de algunos compuestos orgánicos que se utilizan como filtros, pueden causar reacciones de irritación, que incluso pueden aparecer con sensación de quemadura o picazón y eritema, siendo más frecuente en la zona de los ojos. Sin embargo para el amplio uso que tienen los filtros solares, las reacciones alérgicas son escasas”, dice.

¿Cómo actúan en la piel?

La radiación UV son rayos de energía que inciden sobre la piel dañándola en forma inmediata y también provocando un daño acumulativo. “Los protectores solares tienen dentro de su formulación, sustancias químicas como filtros solares que son los encargados de protegernos de la radiación UV”, subraya el académico.

En este aspecto, existen dos grandes familias: aquellos con filtros inorgánicos como el dióxido de titanio que forman una pantalla sobre la piel, permitiendo reflejar los rayos UV logrando que estos reboten y no penetren la piel; y aquellos que corresponden a los filtros orgánicos también llamados filtros químicos, que son moléculas con anillos aromáticos conjugados con un grupo carbonilo.

“Estos químicos son capaces de absorber la energía proveniente de los rayos UV y transformar o disipar esta alta energía en energía de un nivel menor como por ejemplo como calor. Al absorber la energía estas moléculas se vuelven un sistema inestable que deberá volver a su estado basal, para hacerlo, liberará la energía antes absorbida pero ahora será con un nivel de energía más bajo. Esta energía no producirá eritema o daño en la piel”, explica el experto.

Un dato que destaca el profesional es que “estas moléculas eventualmente agotan su capacidad de absorber energía y por eso que es tan importante reaplicar el producto”.