El ministro de Finanzas británico, George Osborne, instó este lunes a Grecia y a la Eurozona a que resuelvan los desacuerdos que amenazan a la economía mundial, tras reunirse en Londres con su par griego Yanis Varoufakis.

“Está claro que el enfrentamiento entre Grecia y la Eurozona es el mayor riesgo para la economía mundial, y es una amenaza creciente para nuestra economía” advirtió Osborne.

Ante esto agregó que “pido al ministro griego que actúe responsablemente, pero es también importante que la Eurozona tenga un plan mejor para el crecimiento y el empleo”.

Varoufakis visitó Londres como parte de una gira europea que le llevó a París y en la que visitará también Roma, el martes. Con ello, el nuevo gobierno del izquierdista Alexis Tsipras -que también está de gira- pretende ganar apoyos para reestructurar la colosal deuda griega, 300.000 millones de euros, 175% de su PIB, pero sus socios de la Eurozona, con Alemania al frente, se niegan.

El Reino Unido no pertenece a la Eurozona, aunque sí a la Unión Europea, pero una fuente del gobierno griego interpretó favorablemente las palabras de Osborne.

Varoufakis, dijo esa fuente, “está contento” por el encuentro porque “tener un aliado clave como el Reino Unido en la UE es un gran activo”.

Por su parte, el nuevo primer ministro griego Alexis Tsipras, en visita a Chipre, exhortó a Europa a que tome “decisiones valientes” porque no sólo Grecia y Chipre -que también tuvo que ser rescatado el pasado año a causa de sus bancos- sino toda “Europa está en crisis”.

Tsipras reconoció que no esperaba encontrar tantos apoyos y que lo que quiere Grecia es un debate sobre la deuda para “todos los pueblos de Europa”.

El primer ministro griego aludía así a las palabras de aliento de Obama, que en una entrevista en la televisión CNN, manifestó: “no se puede seguir exprimiendo a países que están en medio de una depresión” y pidió una “estrategia de crecimiento para que pague sus deudas y elimine parte de su déficit”.

Obama afirmó que Grecia tiene “una terrible necesidad” de reformas, pero dijo que “es muy difícil emprender cambios cuando el nivel de vida de la gente cayó un 25%. A la larga, el sistema político, la sociedad, no pueden soportarlo”.

El PIB griego se contrajo en alrededor de 25% entre 2009 y comienzos de 2014, antes de volver a crecer en el segundo y el tercer trimestre del año pasado tras años de recesión.

“La prudencia fiscal es necesaria, las reformas estructurales son necesarias en muchos de estos países (europeos), pero lo que aprendimos de nuestra experiencia en Estados Unidos (…) es que la mejor manera de reducir los déficits y restaurar la solidez fiscal es crecer”, dijo Obama.

España también se opone

Grecia no quiere nuevos créditos de sus principales acreedores -Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea- hasta que se reestructure la deuda ya existente y pide una cumbre europea para abordar el problema.

“No es que no necesitemos el dinero, estamos desesperados”, dijo Varoufakis el lunes. “Lo que quiere este gobierno es acabar con esta adicción”, aseguró.

La canciller alemana Angela Merkel descartó cualquier idea de quita de la deuda, en su mayoría en poder de Estados europeos.

“Ya hubo una quita voluntaria de los acreedores privados, los bancos ya renunciaron a miles de millones de euros en deuda griega”, justificó la dirigente en una entrevista al Hamburger Abendblatt.

“Entrar en Europa es voluntario y estamos en el club para cumplir las reglas del club”, declaró Cristobal Montoro, ministro de Hacienda del gobierno conservador de Mariano Rajoy, en una entrevista con la cadena pública española TVE.

“Lo que no puede ser es que a cambios políticos dentro de los países respondamos con nuevas reglas”, añadió.

Polémica con The Economist

El portavoz del gobierno griego que estuvo en Londres, y que pidió no ser identificado, criticó a la revista The Economist por una portada en la que se la escultura la Venus de Milo apuntando con un arma y la leyenda: “Adelante Ángela, alégrame el día”.

La portada alude a Merkel y usa una frase amenazante del personaje cinematográfico Harry el Sucio, encarnado por Clint Eastwood.

“Es completamente ofensivo y ridículo sugerir que podríamos chantajear a Europa”, dijo. “No esperábamos que The Economist explotase la imagen de un antiguo monumento griego para enviar un mensaje tan negativo”.