Las pruebas realizadas por las autoridades sanitarias británicas confirmaron este lunes un foco de gripe aviar en una granja de pollos en el sur del país, aunque catalogaron el brote como de “bajo riesgo”.

El Departamento de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) estimó que no hay una relación entre este foco y el brote que afectó el pasado mes de noviembre a una granja de patos.

Los pollos de la planta ubicada en Hampshire serán sacrificados y se impuso una prohibición de traslado de aves en un radio de un kilómetro a la redonda.

“El riesgo para la salud pública es bajo”, estimaron las autoridades en un comunicado.

Según las pruebas la cepa de virus corresponde al H7, una variante menos grave que la H5N8 que afectó a la granja de patos en noviembre. La cepa H5N8 ha afectado con anterioridad Europa, Corea del Sur, Taiwan, Japón Canadá y Estados Unidos.

La gripe aviar puede ser mortal para los animales, pero también supone un riesgo para los humanos, que son susceptibles de infección tras tener contacto con aves de corral infectadas.