A través de una operación conjunta entre Conadi y el Ejército, se está desarrollando en Alto Bío Bío un replanteo topográfico del lote 11 del Fundo Queuco, procedimiento clave para establecer los deslindes del extenso terreno que reivindican como propio las comunidades pehuenche de Cauñicú y Malla Malla hace más de una década.

El objetivo de la medición es avanzar de forma definitiva en el proceso de compra del predio por parte de Conadi, para que una vez saneado sea entregado a las comunidades indígenas y las familias puedan optar a la construcción de viviendas y el desarrollo de proyectos educacionales o agrícolas.

En esa línea el capitán de Ejército, Elías Figueroa detalló que están entregando asesoría técnica con 12 personas especializadas en montaña, que se suman a dos topógrafos, dos guías designados por las comunidades en conflicto y sus respectivos loncos, quienes constituyen el equipo que apoya el proceso logístico.

Es así como en base a la cartografía del Instituto Topográfico Militar intentan comprobar el deslinde del polémico lote 11, en el marco de la medición que comenzó el 26 de enero y que se extenderá hasta el próximo 6 de febrero en la alta cordillera de la provincia.

Carlos Carvajal, director regional de Conadi Bío Bío sostuvo que este proceso -que calificó como histórico- permitirá despejar los deslindes de más de las 3 mil 625 hectáreas correspondientes al lote 11 del Fundo Queuco y así resolver las demandas de las comunidades pehuenche.

Con respecto a los plazos establecidos, Carvajal no aventuró fechas, ya que posteriormente corresponde negociar con los múltiples propietarios del terreno algunos de los cuales ya han comprometido renunciar a sus derechos.

La compra del extenso terreno de 23 mil hectáreas se ha transformado en la principal demanda de las comunidades Cauñicú y Malla Malla, las que actualmente se encuentran enfrentadas por los limites del predio.