A pocos días de que el Gobierno se pronuncie sobre la forma en la que impulsará la despenalización del aborto en tres casos específicos, parlamentarios y organizaciones pro aborto discrepan sobre el mecanismo que podría estar evaluando el Ejecutivo para la presentación del proyecto en el Congreso. Pese a las diferencias, los integrantes de la Comisión de Salud de ambas cámaras, coinciden en que debe cumplirse el plazo comprometido por el Gobierno.

El sábado es el plazo final para que el Gobierno se pronuncie sobre la forma en que impulsará el proyecto de ley que despenalizará el aborto en el caso de riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.

Una de las opciones que podría estar evaluando el Ejecutivo -de presentar un proyecto propio- sería el de dividir el proyecto en las tres causales, para facilitar la votación de los parlamentarios, principalmente de la Democracia Cristiana, que se han mostrado en desacuerdo con aprobar la violación como una causal para permitir la interrupción del embarazo.

El diputado socialista, Juan Luis Castro, integrante de la Comisión de Salud, estima que dividirlo en tres podría provocar que la moción original se diluya y no refleje la intención del Ejecutivo para el proyecto de ley.

En el Senado, el presidente de la Comisión de Salud, Guido Girardi, discrepó de la versión entregada por Castro. Para Girardi, no es relevante el método que utilice el Ejecutivo, ya que una vez ingresado al Congreso, el proyecto puede ser modificado al arbitrio de los parlamentarios.

Para la vocera del Movimiento por la Interrupción Legal del Embarazo, Claudia Dides, con la división del proyecto, el Ejecutivo estaría cediendo a las presiones de los sectores conservadores que quieren dejar fuera del proyecto la causal de violación.

El Ejecutivo tiene la última palabra y el sábado se cumple el plazo autoimpuesto para presentar un mensaje presidencial o bien, patrocinar los proyectos ya existentes. De todas maneras, se cree que el proyecto podría comenzar su tramitación en el Senado.