Llegó el verano y con ello la presión que nos autoimponemos por vernos guapas con menos ropa, y no tener que pasearnos más tapadas que hijos únicos. Suele ocurrir, ¿no?

Para muchos la época estival es sinónimo de carrete, comidas con alto contenido calórico, tragos, y relajo. Es tanto lo que disfrutamos, que se olvidan los meses de sufrimiento en el gimnasio para llegar dignas a la playa.

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Comenzamos a abusar del consumo de bebidas alcohólicas, o del carrete, que produce alteración del sueño, algo que no es recomendable para el control del peso que queremos.

Los asados, la comida chatarra, los bajones, etc, etc, etc, se convierten en el “premio” por todo el trabajo que realizamos en el año.

Sin embargo, llega marzo acompañado de culpa, remordimiento, y el regreso del rollito regalón. Obviamente mucho exceso pasa la cuenta, ¿verdad?

Para evitarlo o revertirlo, prueba con algún método para desintoxicar tu organismo.

Uno sencillo es el agua con limón.

Apenas te levantes, bebe un vaso de agua natural a temperatura ambiente que ayudará a eliminar lo que tu organismo no necesita, por ser un excelente diurético.

Posteriormente prueba con otro vaso de agua, pero esta vez debe estar caliente y con gotas de limón, lo que hará que estimule aún más la desintoxicación y favorecerá la liberación de líquidos retenidos.

María Luisa Hervías, jefa de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, señala que esto se debe al aporte de vitamina C, un potente antioxidante y sus micronutrientes.

El agua con limón facilita el orinar, y de alguna manera también ayuda a la baja de peso desde el punto de vista de la retención de líquidos, por ser diurético, asegura la especialista.

Además elimina toxinas, por lo cual apoya nuestro proceso de desintoxicación, sobre todo en el caso de los fumadores.

“La vitamina C participa en el proceso de oxidación de las grasas en el organismo para la conducción de producción de energía, siendo un buen energizante”, dice Hervias.

La ingesta adecuada de vitamina C del limón (y de los cítricos en general) favorecen la digestión.

Asimismo, el limón es un buen moderador del apetito, así que comer la pulpa de la fruta o tomar un vaso de agua con gotas de limón, podría saciar el hambre hasta por cuatro horas, según la autora francesa, Julie Frédérique en su libro “El limón astuto”.

Si bien se recomienda consumir este brebaje por las mañanas, no hay tope de consumo, y puedes beberlo las veces que quieras porque además, de acuerdo a la creencia popular, es un buen saciador de la sed.

Otro buen punto para no olvidarnos de beber agua con limón, es que como cualquier otro antioxidante, trata la deshidratación crónica y mantiene la piel saludable, pues combate el envejecimiento.

Eso sí, no está aconsejado a las personas que padecen úlceras. Sin embargo, para aquellas que sufran reflujos, se recomiendan solo unas pocas gotas por la mañana.