El príncipe Salman Ben Abdel Aziz, de 79 años, nuevo rey de Arabia Saudí, tiene fama de probidad y está considerado un árbitro respetado dentro de la familia real.

Príncipe heredero desde junio de 2012, Salman ganó visibilidad estos últimos años al presidir con frecuencia el Consejo de Ministros y representar en el extranjero al rey Abdalá, que había reducido considerablemente sus actividades públicas por motivos de salud.

También era viceprimer ministro, cargo que ostentó al mismo tiempo que heredero al trono en 2012 a la muerte de su hermano Nayef. Acumulaba igualmente las funciones de ministro de defensa desde octubre de 2011.

Lee también: Confirman la muerte del rey de Arabia Saudita

Número dos del reino, el príncipe Salman multiplicó las visitas a Occidente y Asia, lo que dotó de dimensión internacional su carrera, centrada hasta 2012 en asuntos internos.

A pesar de una salud frágil, ha querido demostrar “su determinación para ser rey o, más probablemente, la ambición de sus allegados para que aparezca como tal”, estima Simon Henderson, especialista del Golfo en el Washington Institute.

Su talla quedó un tanto fragilizada por la decisión adoptada en marzo de 2014 por el rey Abdalá de designar como futuro príncipe heredero a Muqrin, el menor de los 35 hijos del fundador del reino.

Constructor de Riad

Nacido en Riad el 31 de diciembre de 1935, el príncipe Salman fue gobernador de la capital cerca de medio siglo. La mayoría de las provincias saudíes están dirigidas por miembros de la familia real con rango de ministros.

“Ese puesto le aportó experiencia y pudo supervisar la emergencia de Riad como capital”, subraya Eleanor Gillespie en la Gulf States Newsletter, basada en Londres.

Está considerado el artífice del desarrollo de esta ciudad levantada en pleno desierto por la dinastía Al Saud, y convertirla en una urbe moderna.

Su cargo le brindó sobre todo la oportunidad de “desempeñar el papel de árbitro muy respetado en los asuntos de la familia Al Saud”, añade Gillespie, y asegura que el príncipe Salman tiene “una reputación de probidad”.

Jane Kinninmont, experta de Chatham House en Londres, precisa que Salman está “considerado como relativamente liberal” y bien podría “adoptar un enfoque más reformador, siempre en el marco de las limitaciones y lineas rojas del sistema”.

Según ella, podría tener sobre todo una actitud “más constructiva con respecto a la inestabilidad en la región que el príncipe Nayef ha considerado siempre fruto de las injerencias iraníes más que expresión de reivindicaciones locales”.

El príncipe Salman es el 25º hijo del rey Abdel Aziz, fundador del reino, y forma parte del clan de los Sudairi, los siete hijos de misma madre, Hasa bin Ahmad al Sudairi, favorita del rey. Entre sus hermanos figuraban el rey Fahd y los príncipes Nayef y Sultan, los tres fallecidos.

Salman tiene problemas de salud y en 2010 fue operado de una hernia de disco. 

Casado tres veces, Salman tiene diez hijos vivos. El más conocido es el astronauta Sultan Ben Salman, único saudí que ha participado en una misión espacial, actual presidente de la Comisión de Turismo y Antigüedades. Otro hijo suyo, el príncipe Abdel Aziz, es ministro adjunto de Petróleo.