En general los hombres no somos muy buenos con las fragancias, perfumes y colonias. Las usamos para ocasiones especiales, con dosis no muy adecuadas, pasando o muy inadvertido, o de forma muy notoria.
Claro, hay excepciones, eso no se discute, pero para los expertos el hombre comúnmente se equivoca al rociarse un perfume. Howard Kreitzman, experto en el tema y parte del lujoso centro comercial Bloomingdale’s de Nueva York, comentó al Bussines Insider que el mayor error de los hombres es abusar demasiado del perfume: en otras palabras, echarse mucho.
Las fragancias pueden ser muy fuertes y si nos pasamos en su aplicación, podemos generar demasiada atención en el entorno, además de desagrado, puesto que no siempre el olor gustará a todas las personas. De hecho, más de alguien sentirá mareos.
Entonces, ¿cómo saber cuando la dosis es adecuada? Según cuenta Kreitzman, quienes deben oler el perfume son aquellas que se acercan a ti, a las que les extiendes el brazo y lo perciban. “Ese es el área en que debe olerse el perfume. Si se huele más lejos, es que te has echado demasiado”, comenta.
Una forma de prever ello, es no pasarse de las tres aplicaciones de espray. No más. “Más allá de eso es entrar a terreno peligroso”, advierte. Así, para entender cómo usar un perfume y de la manera adecuada, enseña tres pasos previos.
Zonas para echarse perfume
El experto comenta que las mejores zonas de aplicación de perfume son los puntos de pulso. Éstas son donde la circulación sanguínea es más superficial. En esta línea, explica que el interior de las muñecas y detrás de las orejas son zonas ideales, puesto que el calor corporal de esas partes mantendrá la fragancia por más tiempo.
Donde NO hay que echarse perfume
Al revés, las zonas donde no se debe echar colonia son donde se puede sudar en exceso, como axila y cuello. Esto porque los perfumes no ocultan el olor corporal y para eso está el desodorante. Si mezclas fragancia y sudor, el resultando es simplemente fatal.
Cuándo echarse perfume
El mejor momento para echarse colonia es hacerlo luego de la ducha, permitiendo que no se mezcle con otros olores. Además, la forma en que se debe aplicar es cuidadosamente alejado, evitando que gotee el líquido del spray. De hacerlo muy cerca, puede manchar tu ropa o dejar muy impregnado el olor.
