Michelle Bachelet presidió la sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que se realiza este lunes en Nueva York.

A las 08:00 horas de la mañana del lunes (10:00 horas en Chile) Bachelet, sus asesores y el canciller Heraldo Muñoz se alistaban para partir rumbo al edificio de la ONU.

Tras los saludos oficiales en calidad de presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU, se tomó la fotografía oficial con el equipo chileno que ha preparado este encuentro, encabezado por el embajador ante el organismo Cristian Barros.

Luego de esto, Michelle Bachelet abrió la sesión como presidenta del organismo multilateral, puesto que Chile ocupará durante todo el mes de enero.

Bachelet afirmó que si bien en el escenario internacional no se ven los enfrentamientos bélicos interestatales de gran escala que fueron comunes en el siglo XX, las llamadas “amenazas tradicionales” a la seguridad han sido reemplazadas por “nuevas amenazas”. Es decir, “por guerras intranacionales y peligros transnacionales como el terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico, el lavado de activos, el tráfico de armas, la trata de personas, los desastres naturales, la propagación de enfermedades y el deterioro del medio ambiente”.

La presidenta señaló que para “comprender y enfrentar estos nuevos desafíos debemos adoptar un enfoque multidimensional, que permita dar cuenta de las causas que subyacen tras aquellas amenazas”.

Michelle Bachelet advirtió que la violencia terrorista, como la registrada recientemente en Francia, y las amenazas a la seguridad internacional no se resolverán sin la inclusión social de los sectores que viven con “rencor y frustración” en la marginación.

Bachelet indicó que “la paz es un requisito para la promoción y protección de los derechos fundamentales y que, a su vez, la inclusión social y el desarrollo inclusivo son condiciones para la paz“.

“Es por esto que en Chile estamos haciendo grandes esfuerzos por acortar las brechas sociales y evitar que segmentos de la población queden rezagados”, aseguró la Mandataria.

Bachelet destacó que “disminuir las brechas de ingresos y posiciones en la estructura social es tan relevante como promover la igualdad de oportunidades”, ya que se trata de “un requisito para el desarrollo a mediano y largo plazo, para la estabilidad política y para la paz”.

Respecto a los hechos de violencia terrorista ocurridos recientemente, Michelle Bachelet señaló que surgen “en un contexto de creciente malestar en el que los más pesimistas hablan de una falla del modelo de convivencia multicultural, y donde la intolerancia y las fobias de todo tipo van en aumento”.

La presidenta afirmó que la situación es “particularmente preocupante” en Medio Oriente y África, en “estados multinacionales, multiétnicos y multiculturales en los que no se respetan los derechos de las minorías y en aquellos en que las minorías poderosas oprimen a las mayorías débiles y dispersas”.

“La frustración y rencor crean las condiciones propicias para la radicalización”, indicó, poniendo como ejemplo a “Irak, Siria, Yemen y Somalia”.

Sobre América Latina, Bachelet recordó que la región “presenta la mayor tasa de homicidio y es una de las más afectadas por el narcotráfico y el crimen organizado”.

Ante estas “nuevas amenazas”, la mandataria pidió un “enfoque multidimensional que permita dar cuenta de las causas que subyacen”, entre ellas “las tensiones socioeconómicas, de género, étnicas, tribales, religiosas o ideológicas”.