Un volcán en erupción en el archipiélago polinesio de Tonga creo una nueva isla de cierta envergadura por la acumulación de enormes rocas y la ceniza que expele desde hace un mes, anunciaron las autoridades locales.

El volcán, ubicado a unos 65 kilómetros al noroeste de la capital del reino, Nuku’alofa, despertó el 20 de diciembre por primera vez en los últimos cinco años, explicó el ministerio de Tierras y Recursos Naturales.

La erupción se produjo a través de dos cráteres, uno situado en la isla deshabitada de Hunga Ha’apai, y el otro submarino, a unos 100 metros de la costa.

Especialistas inspeccionaron el jueves la zona en barco y constataron que la erupción había cambiado el paisaje. “La nueva isla tiene más de un kilómetro de ancho, dos de largo y un centenar de metros de altura”, señaló el ministerio en un comunicado.

“Observamos que el volcán lanzaba cada cinco minutos más o menos cenizas y rocas a unos 400 metros de altura”, añadió la fuente.

La erupción provocó importantes daños a la vegetación de las islas de Hunga Tonga y de Hunga Ha’apai.

Tonga, un reino de unas 170 islas, que cuenta con unos 120.000 habitantes, está ubicado sobre el “cinturón de fuego” del Pacífico, donde las placas continentales se encuentran, causando una actividad sísmica y volcánica muy intensa.