La policía y el Shin Bet (servicio de seguridad interior) detuvieron a siete árabes israelíes acusados de tratar de crear una célula del grupo Estado Islámico en Israel, anunció el domingo el Shin Bet en un comunicado.

Detenidos en noviembre y diciembre, los miembros del grupo, de edades comprendidas entre los 22 y los 30 años, son originarios de Galilea, en el norte de Israel, donde se sitúan la mayoría de las localidades árabes israelíes, según el texto.

Un tribunal de Haifa los inculpó el domingo de pertenencia a una organización ilegal, tras la decisión del ministro israelí de Defensa de prohibir en septiembre la organización Estado Islámico. También están acusados de apoyo a organización terrorista y de apoyo a un agente extranjero.

Un abogado de Nazareth, Adnan Ala Din, de 40 años, estaba al frente del grupo que se reunía regularmente en torno a un jeque salafista que abogaba por la yihad mundial, según informaciones recabadas durante la investigación del Shin Bet.

Uno de los miembros, Karim Abu Sallah, fue detenido en el aeropuerto Ben Gourion, cuando se disponía a viajar a Siria para unirse a la yihad.

La comunidad de árabes israelíes, descendientes de los 160.000 palestinos que permanecieron en su tierra tras la creación del Estado de Israel en 1948, cuenta en la actualidad con más de 1,4 millones de personas, el 20% de la población.