Europa permanecía bajo alerta este domingo, mientras las autoridades belgas buscaban al sospechoso de encabezar la célula “terrorista” que fue desmantelada esta semana, y en Francia y en Alemania la policía intenta bloquear las protestas antiislamistas.

En Francia, donde reinaba un ambiente tenso, fue enterrado en secreto en una tumba anónima Cherif Kouachi, uno de los dos yihadistas que atacaron la sede del semanario Charlie Hebdo la semana pasada, para evitar que el cementerio se vuelva un lugar de “peregrinaje”, informaron las autoridades.

Por su parte, Bélgica desplegó sus tropas por primera vez en 35 años, mientras las autoridades seguían buscando a Abdelhamid Abaaoud, sospechoso de ser el jefe de la célula, que según la policía, proyectaba atentados contra las instituciones de seguridad, y que fue desmantelada esta semana cuando dos supuestos yihadistas fueron abatidos.

Tras la detención en Atenas de dos sospechosos de “tener una relación” con el presunto grupo yihadista, la fiscalía belga anunció este domingo que pediría la extradición de uno de ellos, pero no confirmó si se trata o no de Abaaoud.

El lunes está prevista una reunión de los ministros europeos de Asuntos Exteriores en Bruselas para analizar la forma de reforzar la cooperación en la lucha contra posibles amenazas.

En tanto, la policía prohibió la manifestación semanal del movimiento antiislam Pegida, prevista para el lunes en la ciudad de Dresde (este).

La policía recibió información de sus homólogas federal y estatal de que hay “un riesgo terrorista concreto” contra el grupo Pegida (Patriotas Europeos Contra la Islamización de Occidente).

La protesta semanal del lunes pasado reunió a 25.000 personas, luego de los atentados yihadistas ocurridos en París, en los que murieron 17 personas.

Este domingo, un tribunal francés impidió también la realización de protestas anti-islamistas en París, argumentando que estas manifestaciones promueven la islamofobia.

Funeral discreto

Cherif Kouachi, uno de los dos hermanos que mataron a 12 personas en el atentado contra la publicación satírica francesa Charlie Hebdo el pasado 7 de enero, fue enterrado poco antes de medianoche del sábado en un cementerio de Gennevilliers, un día después que su hermano mayor Said, cuyo funeral también se celebró en la máxima discreción, en la ciudad de Reims (noreste).

La familia de Cherif, incluida su viuda, no acudió al entierro, según un responsable de la alcaldía.

Los hermanos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad después de tres días de persecución policial, después de la matanza en la sede de la publicación Charlie Hebdo, que enfurece a numerosos musulmanes por publicar repetidamente caricaturas del profeta Mahoma, cuya representación es considerada ofensiva para el islam.

En tanto, las protestas en varios países de mayoría musulmana tras la publicación en el último número de la revista transcurrieron sin grandes incidentes este domingo.

En Pakistán, miles de personas salieron a la calle en varias ciudades del país para protestar contra Chralie Hebdo y quemaron símbolos franceses e imágenes de los caricaturistas, mientras que en Níger, donde en total diez personas fallecieron entre el viernes y el sábado, la jornada cerró sin que se registraran más muertos o heridos.

Nueve de las 12 personas arrestadas el viernes en Francia seguían en detención preventiva este domingo para ser interrogados sobre “un posible apoyo logístico” – sobre todo armas y vehículos -, a Amedy Coulibaly, el tercer islamista y autor de la toma de rehenes en un supermercado kósher, que también fue abatido por la policía.