El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que en las próximas semanas se reunirán “comisiones técnicas de países OPEP y no OPEP” en Caracas para buscar una estrategia de consenso frente a la caída de los precios del petróleo.

“La próxima semana se van a reunir comisiones técnicas de países OPEP y no OPEP aquí en Caracas”, dijo Maduro a su llegada a Venezuela, después de visitar siete países en 13 días.

El 5 de enero, Maduro emprendió una gira por Rusia, China, Irán, Arabia Saudí, Catar, Argelia y Portugal, en busca de auxilio financiero después de que el crudo venezolano perdiera 61% de su valor en el último semestre de 2014. 

Aunque insistió en que uno de los principales objetivos del periplo fue “garantizar el financiamiento líquido, físico, a los planes de desarrollo económico del país”, Maduro no dio cifras sobre los acuerdos de financiamiento.

Durante la gira, el mandatario dijo que suscribió un convenio de inversión con China por 20.000 millones de dólares, negoció préstamos con la banca catarí, y acordó ampliar la participación rusa en la industria petrolera venezolana.

Maduro aseguró que su Gobierno busca promover “una posición de consenso para una nueva etapa del mercado petrolero”, que estaría signada por la producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos.

Rodeado por ministros de su gabinete y frente a una concentración de simpatizantes oficialistas, Maduro acusó a las cadenas privadas de distribución y comercialización de alimentos y medicinas de promover el desabastecimiento.

“He ordenado (…) que se cite a todos los distribuidores, uno por uno, para que les hagamos firmar un ultimátum de respeto al pueblo de Venezuela. Si no, actuaré con todo el peso de la ley”, dijo.

Los venezolanos esperan un ajuste del sistema cambiario que el propio Maduro prometió el 30 de diciembre, pero que luego postergó para el final de esta gira. Esta vez volvió a aplazar el anuncio hasta el martes 20 de enero, cuando presentará la memoria y cuenta de su gestión de 2014 ante el Parlamento.

El Gobierno convocó a sus simpatizantes a congregarse en varios puntos de Caracas para demostrar su respaldo a la gira de Maduro, quien condujo un autobús público en el que trasladó a un nutrido grupo de dirigentes del chavismo desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar hasta el Palacio de Miraflores, antes de pronunciar su discurso.