La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, defendió el proyecto de ley de la reforma laboral de los cuestionamientos realizados por la CUT, tras aumentar las causales para el desafuero de los dirigentes sindicales.

La ministra sostuvo siempre se estableció que la huelga iba a ser definida como un proceso pacífico, por lo que señaló que cualquier acción que fuera en contra de eso, como el bloqueo del ingreso de trabajadores, puede ser señalado como un práctica antisindical.

Blanco indicó que con esto “no estamos generando una situación de criminalización de la huelga” y extendió la invitación a los actores de la CUT a participar del proceso legislativo y para asistir a la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, donde actualmente se discute la propuesta de reforma laboral.

Además, Javiera Blanco mostró escasa apertura para modificar uno de los puntos cuestionados por la CUT, como los servicios mínimos que debe proveer el sindicato, afirmando que considera que el proyecto presentado es robusto y recoge, del diálogo, todas las partes que a los actores de los trabajadores y empleadores les asistía y les parecía importante avanzar.