En la mayoría de los rubros, llegar a la cima de tu carrera es sinónimo de éxito y reconocimiento.

Sin embargo, si eres una actriz pornográfica de origen musulmán, triunfar sólo significa una cosa: graves problemas.

Este es el caso de Mia Khalifa, una joven de 21 años graduada en historia y procedente del Líbano, cuya carrera en la industria pornográfica estadounidense se vio repentinamente coronada al escalar hasta el primer lugar del ranking del sitio web erótico PornHub, que la nombró como la “actriz más buscada” por los usuarios.

El logro, sin embargo, no cayó bien en el mundo islámico, quienes criticaron la incursión de la joven en el porno, calificándola como una “desgracia” y una “vergüenza” para su cultura y su país. De hecho, el Lebanese Examiner da cuenta de como varios diarios de Beirut escribieron duras críticas en contra de Khalifa, sobre todo por el hecho de llevar tatuada la primera estrofa del himno nacional y la cruz de uno de los partidos cristianos conservadores del país.

Lebanese Examiner

Lebanese Examiner

“¿Qué acaso Medio Oriente no tiene cosas más importantes que yo de las cuales ocuparse? ¿Qué tal nombrar un presidente? ¿O contener a ISIS? (el grupo terrorista)”, retrucó la mujer a través de su cuenta de Twitter, que actualmente cuenta con más de 221.000 seguidores.

Pero el mayor escándalo ocurrió luego de que la actriz grabara una de sus películas eróticas usando el hiyab o velo islámico, lo que provocó incluso que muchos usuarios le enviaran amenazas de muerte. Uno de ellos le advirtió explícitamente que “le cortaría el cuello”.

Escena que causó indignación en Medio Oriente

Escena que causó indignación en Medio Oriente

Desafiante, Khalifa aseguró que el uso del hiyab había sido sólo una parodia y, nuevamente desde las redes sociales, compartió una imagen editada por uno de sus seguidores, donde se aprecia su rostro en el cuerpo de una de las víctimas de los verdugos del ISIS, que han decapitado a prisioneros occidentales.

“Hay películas de Hollywood que representan a los musulmanes de formas mucho peores de lo que cualquier escena de mis películas podrían hacer”, indicó por entonces al Washington Post.

Pero la joven no sólo ha tenido que lidiar con el rechazo de gran parte de su pueblo, sino también con el de su propia familia. Tras cortar lazos con ella, su familia emitió un comunicado a los medios de prensa libaneses donde condenan su desempeño en la industria pornográfica.

“Probablemente estamos pagando el precio de vivir lejos de nuestra patria. Nuestros hijos tuvieron que adaptarse a las sociedades que no se parecen a nuestra cultura, tradiciones y valores. Por lo tanto insistimos en que nos distanciamos de sus acciones, que no reflejan las creencias de sus familiares, su educación o sus verdaderas raíces libanesas. Esperamos que recupere la cordura, pues su imagen no honra a su familia o a su tierra natal, Líbano”, señalaron.

Según sus padres, Khalifa escapó a Estados Unidos cuando tenía 18 años para casarse con un estadounidense.

“Sé que enlodé el nombre de la familia. Me siento culpable por haberlos arrastrado a esto y que todos sus amigos sepan a qué me dedico ahora que aparecí en los medios libaneses. Pero esa nunca fue mi intención”, indicó Khalifa.

Pese al dolor de enfrentarse a sus familiares, Khalifa ha valorado que también muchos activistas e intelectuales del mundo árabe la apoyen, sobre todo como un símbolo de liberación de la mujer y decidir por ellas mismas lo que desean hacer con sus vidas.

“Creo que nadie podría tomar en serio los derechos de las mujeres en el Líbano si una actriz porno libanesa ya no puede regresar a su país debido al escándalo. La que alguna vez me pareció la nación más occidentalizada de Medio Oriente, ahora la veo como devastadoramente arcaica y reprimida”, sentenció.