Las fuerzas de élite seguían buscando la noche del jueves al viernes, en el norte de Francia, a los dos hermanos sospechosos de la autoría de la matanza en los locales del semanario Charlie Hebdo, que conmocionó al país.

En Washington, responsables estadounidenses revelaron que los dos sospechosos, los hermanos Cherif y Said Kouachi, figuraban desde hace años en la lista negra norteamericana de terroristas, y que Said Kouachi recibió entrenamiento de armas en Yemen.

En una vasta zona del norte de Francia, las operaciones de búsqueda, con apoyo de cinco helicópteros, continuaron por la noche con efectivos reducidos, según fuentes policiales.

Hombres del RAID y del GIGN, las unidades de élite de la policía y la gendarmería, peinaban desde la tarde la región de Picardía, donde regía el máximo nivel de alerta antiterrorista.

Armados, con casco y uniforme negro, patrullaban por las carreteras, controlaban vehículos, registraban jardines de casas, las calles de los pueblos.

AFP

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En esta zona situada a unos 80 km al norte de París fueron localizados los fugitivos, dos hermanos yihadistas de origen argelino, Cherif y Said Kouachi, de 32 y 34 años de edad, presuntos autores del atentado más mortífero cometido en Francia desde hace medio siglo.

El atentado, que causó doce muertos en pleno París, fue saludado el jueves por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), cuya radio calificó de “héroes” a los autores de la matanza.

AVISTADOS

Los dos hermanos -el menor, Cherif Kouachi, fichado por los servicios antiterroristas franceses- fueron reconocidos la mañana del jueves por el encargado de una gasolinera cerca de Villers-Cotterêts, una pequeña localidad de Picardía.

Lo encañonaron con la intención de conseguir comida, indicó una fuente cercana al caso. No llevaban pasamontañas, según las cámaras de videovigilancia, estaban armados con fusiles de asalto Kalashnikov y llevaban un lanzacohetes en el coche.

En principio, los fugitivos ya no tenían coche pero la batida policial del sector, de unos centenares de kilómetros cuadrados y de tipo muy forestal, puede ser largo y complicado.

La pista del terrorismo islámico, privilegiada muy pronto al confirmarse que los asesinos gritaron “Allah Akbar”, se ha visto reforzada por el descubrimiento de una bandera yihadista en el coche abandonado el miércoles por los sospechosos en París durante su fuga.

Nueve personas del entorno de los sospechosos fueron detenidos, anunció el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, y añadió que Said Kouachi fue “reconocido formalmente en una foto como el agresor”.

Su hermano Cherif fue condenado en 2008 como integrante de una red de envío de combatientes a la rama iraquí de Al Qaida.

Los hermanos Kouachi estaban en “nuestra lista de vigilancia desde hace años”, reveló un responsable estadounidense de las fuerzas del orden, que requirió anonimato.

Ambos figuran en las bases de datos estadounidenses de personas sospechosas de terrorismo, incluyendo la conocida “No Fly List” que conlleva la prohibición de tomar vuelos con salida o destino en Estados Unidos.

Además, el mayor, Said, pasó “unos meses” en Yemen en 2011 entrenándose en el manejo de armas con un miembro de Al Qaida, antes de regresar a Francia, indicó otro alto responsable estadounidense, que confirmó una información del diario The New York Times.