Muchos ya deben estar disfrutando del verano. Exponer a los niños pequeños al sol es un tema que siempre preocupa a los padres. De acuerdo a Ingrid Toro, enfermera y docente de la U. San Sebastián, “la piel de los menores es más delgada y aún no completa su desarrollo en relación a los mecanismos protectores que tenemos cuando somos adultos”.

Existen diferentes opiniones sobre cuándo exponerlos al sol, las que van desde los 6 meses al año de vida, pero debe ser solamente por minutos y con bloqueador adecuado.

Los riesgos de exponer a los niños al sol son varios, como quemaduras y deshidratación de diferentes intensidades, que pueden requerir asistencia médica. Además, el cáncer a la piel es causado por el efecto acumulativo de rayos ultravioleta, los que se comienzan precisamente a acumular desde la niñez.

Un aspecto poco conocido, es que sol también tiene efectos positivos en los niños. “Entrega vitamina D y estimula el metabolismo del calcio, favoreciendo el crecimiento óseo, para lo cual solamente se requiere una exposición entre 5 a 10 minutos, 2 o 3 veces por semana. Asimismo, aumenta la sensación de bienestar, facilitando el descanso y el sueño”, comenta la docente de la U. San Sebastián.

Ante una ola de calor los más afectados pueden ser los menores de 4 años. Ante esto, Ingrid Toro aconseja hidratarlos frecuentemente con agua y jugos y alimentarlos con verduras y frutas. “No se debe exponerlos directamente al sol, usar ropa ligera y mantenerlos en lugares bien ventilados, nunca en autos cerrados estacionados a pleno sol”.

Recomendaciones

1. Evitar exponerlos directamente al sol, sobre todo en horas de mayor radiación.
2. Proteger ojos y cabeza mediante el uso sombrillas o gorros.
3. Usar ropas claras de algodón.
4. No exponer al sol niños menores de 6 meses.
5. Usar protector solar desde factor 30 de acuerdo al tipo de piel. Volver a aplicarlos en caso de mojarse con agua o sudor.
6. Cuidado con los niños de piel muy blanca o con antecedentes de dermatitis, en estos casos se debe consultar a un profesional de la salud para que indique lo adecuado para ellos.
7. Precaución con los cuidadores de los niños que a veces utilizan carpas, tipo iglú. Revisar cuánto filtra los rayos solares y no poner ropas o toallas sobre estas carpas, ya que los pequeños se sofocan y deshidratan sin ventilación.
8. Buscar siempre la sombra, pero cuidado con el reflejo del sol desde arena, superficies claras u orillas de piscina o mar.