Las miradas de la opinión pública continúan puestas sobre los antecedentes que se han ido revelando en torno al “Caso Penta”, la investigación tributaria que derivó en una arista política, en la cual se dio a conocer la entrega irregular de dinero para campañas de parlamentarios de la UDI y de la Nueva Mayoría.

Recordemos que todo comenzó luego de que se investigara una evasión tributaria por parte del ex gerente de Penta, Hugo Bravo, quien durante la indagatoria reveló antecedentes que abrieron el camino para conocer cómo las cabezas del holding, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, generaban grandes aportes monetarios a las campañas de personajes políticos -principalmente de la UDI- mediante un método irregular.

Lo anterior encendió las alarmas, ya que más allá de la entrega de dinero que justificaban con boletas ideológicamente falsas y que no pasaba por el Servel, se aclaraba el panorama de la influencia política que ganaban estos empresarios, cuyos negocios abarcan áreas de salud, financiera, inmobiliaria, de desarrollo y tecnológica.

Ya durante la jornada del miércoles, Iván Moreira confesaba haber recibido dinero de manera irregular para sus campañas en Santiago y en Los Lagos, al igual que lo había hecho anteriormente el ex candidato presidencial Laurence Golborne, quien reconoció que las boletas emitidas por vox comunicaciones fueron hechas por servicios que jamás se realizaron.

Hoy el vespertino La Segunda dio reveló que, en las declaraciones a Fiscalía, los altos ejecutivos confirmaron la entrega de las cifras mediante boletas ideológicamente falsas, las cuales beneficiaron a Laurence Golborne, Iván Moreira, Ena Von Baer, Pablo Zalaquett, Felipe Zalaquett, Andrés Velasco y el actual ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga.

Lo anterior en la línea de lo denunciado por Hugo Bravo, aunque con una diferencia fundamental, pues Délano y Lavín habrían negado la vinculación de Pablo Longueira con la entrega de 100 millones de pesos de forma irregular, pese a que existe el antecedente de que el mismo Bravo cobró dos cheques por 50 millones, sin que se compruebe aún el destino de ese dinero.

De acuerdo a esta información, Von Baer, Zalaquett, Velasco y Undurraga aún permanecen sosteniendo versiones contrarias a las que maneja actualmente fiscalía, pues la mayoría ha afirmado que nunca recibió dinero de manera ilegal o irregular por parte del holding.

Quien también se ve duramente salpicado por este caso es la histórica figura de la UDI, Jovino Novoa, quien durante la jornada del jueves abandonó el estudio jurídico del que eran parte. Según los datos que manejaría fiscalía, Novoa habría recibido 25 millones de pesos justificados por un estudio que nunca se realizó y habría actuado como distribuidor del dinero.

Para la próxima semana se espera comiencen las coordinaciones para que las figuras políticas entreguen sus respectivas declaraciones ante fiscalía, abriendo camino para otras eventuales ‘confesiones’ y ‘rectificaciones’ por parte de los parlamentarios que se han mostrado -cada vez más- involucrados en esta investigación.