Quieres bajar de peso, pero el gimnasio no es lo tuyo. Tampoco lo es el running y sus grandes exigencias que parecen agotarte a los cinco minutos. Para quienes se identifican con lo anterior, nació el “power walking”, disciplina ayuda a mantenerte en forma caminando alrededor de una hora diaria.

Pero no se trata de “salir a caminar” como suele realizarse de manera habitual. Este ejercicio, que amenaza al running -por sus similitudes de ejecución-, requiere de un esfuerzo mayor al de un paseo por el parque. Además, influyen otros factores como la postura y tiempo. Para ello, apunta los siguientes consejos entregados por el entrenador, Ángel Herrarte.

1. Camina rápido

Según indicó elpais, esta práctica requiere de una intensidad, ritmo y duración precisos para lograr quemar calorías. “Lo que se intenta es andar rápido, trabajando al 65/75 por ciento de nuestra frecuencia cardíaca –el número de contracciones del corazón por minuto-, porque es la franja en la que se favorece la quema de grasa“, explicó Ángel Herrarte, licenciado en CC. de la Actividad Física.

2. Postura erguida

No puedes practicar “power walking” con la cabeza agachada o la espalda curva. Para evitar lesiones y un funcionamiento óptimo del ejercicio, se recomienda mantener la cabeza erguida “como si tiraran de un hilo desde la coronilla hacia arriba”. Lo anterior, sumado a una espalda totalmente erguida y una contracción ligera de glúteos y abdomen.

3. Respetar el tiempo establecido

No es necesario que camines tres horas en esta práctica. Con sólo llevarla a cabo tres días a la semana en sesiones de 45 y 60 minutos ya estarás quemando calorías. Eso sí, “es importante calentar antes de la actividad y terminar con un poco de estiramientos y movilidad articular”, precisó Herrarte.

4. Opta por caminar al aire libre

Si no tienes otra opción aparte de la cinta de correr, puedes quedarte en casa. Pero si cuentas con la posibilidad de trotar afuera, opta por ello. “La musculatura implicada cuando se camina en cinta y cuando se hace al aire libre es distinta. En el primer caso, se utiliza la musculatura para desplazarse en el espacio; en el segundo, el tapiz de la cinta es el que se desplaza y el sujeto ha de mantener una velocidad determinada”, señaló Miguel Gómez Alsius, trainer de Technogym, una de las compañías más punteras en máquinas fitness y wellness.

Pero quizá la diferencia más importante radique en los beneficios de hacerlo al aire libre. “Recordemos que una de las principales fuentes de vitamina D es la luz solar. Por otro lado, caminar al aire libre se puede hacer en grupo y alimenta las relaciones sociales, el compañerismo y la empatía a la hora de enfrentarse a un esfuerzo”, agregó.

5. No converses… mucho

Si bien es más entretenido ejercitarse acompañado en vez de solo, sin duda gastarás más energía si hablas al mismo tiempo. “Somos como un depósito. “Cuantas más cosas hacemos a la vez, más gastamos, y las pulsaciones suben más al hablar”, advirtió Ángel Herrarte, en especial a aquellos que no acostumbran a realizar actividades físicas.