Los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y Estados Unidos, Barack Obama, se reunirán este martes en Washington para discutir asuntos de migración y economía, así como sobre la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes mexicanos.

Obama arrancará su agenda internacional del nuevo año recibiendo por segunda vez en la Casa Blanca a Peña Nieto, que sigue a una visita de éste en noviembre de 2012 cuando era presidente electo.

Los mandatarios sostendrán una reunión privada y en paralelo ministros de ambos países -que comparten una frontera de más de 3.000 kilómetros- discutirán asuntos de seguridad y migración, indicó la cancillería mexicana en un comunicado el domingo.

Las delegaciones ministeriales también discutirán sobre educación y ciencia y tecnología.

En la política de seguridad “no prevemos modificación alguna de ninguna de las dos partes, más bien es dar cuenta de los avances que hemos tenido y plantear los retos y las metas para este año”, dijo la semana pasada el vicecanciller mexicano para América del Norte, Sergio Alcocer.

México impulsa la Iniciativa Mérida, un plan antidrogas conjunto con Washington.

El tema de seguridad servirá para discutir la desaparición en septiembre de los estudiantes normalistas de Iguala (sur de México), tras ser atacados por policías locales en connivencia con narcotraficantes.

Estados Unidos ha enviado ayuda técnica para colaborar en la investigación sobre el destino de los jóvenes, que según testimonios de sicarios recogidos por la fiscalía, habrían sido quemados y sus restos arrojados a un río.

Peña Nieto agradecerá a Obama la cooperación y buscará “externar la preocupación de un fenómeno de violencia que no únicamente se da en nuestro país”, señaló Alcocer.

El mandatario mexicano participará también de un almuerzo para abordar temas económicos y acudirá a la colocación de una ofrenda floral en el cementerio nacional de Arlington, en las afueras de Washington, antes de regresar a su país la noche del martes.

La visita de Peña Nieto a Washington ocurre en medio de la mayor crisis política de su presidencia por la respuesta estatal al caso de los estudiantes, luego agravada por las revelaciones de que la primera dama, Angélica Rivera, así como el ministro de Hacienda compraron lujosas viviendas a un contratista del gobierno.

Activistas de la coalición #USTired2 convocaron a una manifestación el martes frente a la Casa Blanca para protestar contra el mandatario mexicano y la ayuda militar de Estados Unidos destinada a las “fuerzas de seguridad mexicanas corruptas y ostensiblemente violentas”.

Migración y Cuba

Los presidentes discutirán igualmente el tema migratorio, a la espera de la implementación en los próximos meses de medidas anunciadas por Obama para legalizar a unos cinco millones de inmigrantes indocumentados.

En Estados Unidos viven cerca de 11,5 millones de personas sin papeles, de las cuales -según expertos- el 60% son mexicanos, de lejos la comunidad más importante entre los 52 millones de hispanos.

Obama y Peña Nieto aprovecharán para conversar sobre la histórica normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y los temas que competen a los tres países.

Según Alcocer, México espera ser un “actor relevante y útil” en el renovado diálogo entre Washington y La Habana.

Pero también Obama y Peña Nieto evaluarán temas que competen a los tres países como los límites marítimos, la inclusión financiera y bancaria en la isla, así como los desastres naturales, señaló el vicecanciller.