Luego de una semana marcada por la presentación oficial del proyecto que moderniza el sistema de relaciones laborales, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Javiera Blanco, anunció que el próximo martes expondrá la reforma ante la comisión de trabajo de la Cámara de Diputados.

Desde el Gobierno se espera que la discusión se inicie durante enero, y se retome en marzo, aunque evitaron autoimponerse plazos. La secretaria de Estado aseguró que respetarán las facultades de los parlamentarios, donde busca que se desarrolle un debate técnico y serio.

Desde la cartera de Hacienda, el ministro Alberto Arenas señaló que espera tramitar el proyecto de ley mediante la mayor cantidad de acuerdos posibles, agradeciendo los apoyos transversales que recibieron durante estos meses.

La Iglesia Católica también sale al paso de la reforma laboral. El cardenal Ricardo Ezzati, en una actividad realizada este fin de semana, expresó su preocupación en que el proyecto de ley aporte al fortalecimiento de la organización sindical.

Más que una reforma laboral, el economista y presidente de la asociación de emprendedores de Chile -Asech-, Juan Pablo Sweet, aseguró que ésta es una reforma sindical, y que por lo tanto se dejaron muchos temas fuera de la discusión.

Parlamentarios del oficialismo y la oposición coincidieron en que seis meses es un plazo razonable para discutir la reforma laboral, mientras desde el empresariado muestran su desconfianza en un proyecto, que de ser aprobado en el Senado, entrará en vigencia sólo 13 meses después.