Cinco hombres sospechosos de extorsionar y violar durante casi un mes a una turista japonesa secuestrada en un subsuelo en India fueron detenidos, en un nuevo caso que destaca la violencia contra las mujeres en este país.

El drama sufrido por la joven nipona de 22 años comenzó poco después de su llegada a Calcuta, capital de Bengala occidental (este de India), el 20 de noviembre, explicó el domingo a la AFP la policía.

En esta ciudad conoció a tres hombres, uno de los cuales hablaba japonés. Primero la persuadieron de retirar 1.200 dólares en efectivo, para luego acompañarla al santuario religioso de Bodh Gaya, en el estado vecino de Bihar.

Allí fue entregada a dos hermanos que la encerraron en el subsuelo de una casa aislada, donde fue violada en múltiples ocasiones durante casi un mes.

Ambos hermanos, empleados como guías turísticos, fueron detenidos el viernes y trasladados a Calcuta. Acusados de violación, comparecieron ante un tribunal el sábado y puestos bajo arresto provisional hasta que se retome la audiencia, el 9 de enero. Los investigadores quieren que la víctima los identifique.

Los otros tres hombres fueron acusados de extorsión y de haber entregado a la víctima a futuros presuntos violadores, precisó el comisario Pallab Kanti Ghosh.

“Detuvimos a tres personas que se habían vinculado amistosamente con la víctima en Calcuta. Fueron acusados de complot para cometer un secuestro y violaciones”, agregó. “Estos hombres lograron sustraerle 76.000 rupias (1.200 dólares) y persuadirla de acompañarlos hasta Bodh Gaya en su auto”.

La joven finalmente logró escapar y llegar a Benarés (noreste), donde encontró a otros turistas japoneses que la ayudaron a contactar con su consulado en Calcuta. La fecha precisa del fin de su calvario no se conoce, pero la policía dijo que la víctima presentó la denuncia a fines de diciembre.

Un crimen muy extendido

La hermana de los hermanos acusados de violación, Samina Khatoon, desmintió los cargos que pesan sobre ellos y reclamó una investigación exhaustiva.

“Queremos que la víctima sea sometida a exámenes médicos. Eso demostrará la inocencia de mis hermanos”, dijo a la AFP.

Desde 2012, cuando una joven murió tras ser violada por varios hombres en Nueva Delhi, se presta mucha atención a la violencia contra las mujeres en India.

A raíz de esa violación, que originaron grandes manifestaciones en India, se endureció la legislación, y se llevaron a cabo campañas de sensibilización.

Pero si bien las agresiones a mujeres occidentales son muy comentadas por la prensa india, no es el caso cuando las víctimas son asiáticas. En el caso de la joven japonesa, el asunto sólo ha merecido artículos discretos en los periódicos, y ha sido casi ignorado por los principales medios.

El viernes, la policía anunció que el número de violaciones en Nueva Delhi, apodada “la capital de la violación” desde el sonado caso de 2012, aumentó en un tercio en 2014.

La policía atribuye el aumento a que ahora las mujeres están decididas a denunciar más, a pesar de la estigmatización que siguen sufriendo en India las víctimas de una violación.