Polémica ha generado la renuncia de la minstra de Salud, Helia Molina, quien dejó el cargo tras la publicación de una entrevista en el vespertino La Segunda.

Allí declaró que en las clínicas “cuicas” las familias conservadoras hacen abortar a sus hijas, dichos por los que el Gobierno le quitó el piso al decir que era sólo una opinión personal y no representaba el sentir del Ejecutivo.

La salida de Molina generó reacciones de todos los sectores, donde se criticaba a la hoy ex ministra, pero también muchos la apoyaron diciendo que sus dichos son una realidad.

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Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas, se refirió a la salida y a las declaraciones de la ex secretaria de Estado en el programa Podría ser peor.

Comparto plenamente los dichos de la ministra. La ministra dijo una gran verdad. Lamentó que el Gobierno le haya quitado el piso”, dijo de entrada.

Sobre los dichos del ex ministro Jaime Mañalich, de que cuando él fue director de la Clínica Las Condes se aplicaba un estricto protocolo para evitar que se realizaran abortos, declaró que “él decía que exigía una ecografía con feto vivo a los médicos que iban a hacer un raspado en la Clínica Las Condes. Lo hacen todas las clínicas. Pero nadie le asegura al doctor Mañalich y a ningún director de clínica que ese resto de aborto que vio en la ecografía no fue provocado previamente en la consulta de algún médico que termina el proceso en una clínica privada“.

Román aseguró que lo que dijo Molina “es demostrable. Habría que hacer una auditoría de todos los abortos. Es un tema que si alguien quiere buscar el origen de esto, lo puede encontrar”.

La presidenta del Colegio de Matronas contó que trabajó dos semanas en la Clínica Dávila el año 1987. “Mi rol como matrona era recibir en la mañana a las mujeres que se iban a hacer una histerectomía (Nota del editor: extirpación del útero o de una parte de éste). Ellas llegan, uno les hace la ficha. En esa ficha uno les hace un cuestionario dirigido, sobre todo de su vida sexual. Y en la salud reproductiva uno pregunta cuántos abortos ha tenido. Y en esa época contestaban 20 abortos, 25 abortos, 22 abortos… Era un método anticonceptivo de elección“.

Eso no pasaba en los hospitales públicos, donde las mujeres llegaban a morir, según dijo.

“A mí la ley me obliga a denunciar. Pero yo tengo un juramento hipocrático de acompañar a la mujer sufriendo en ese instante, y mi secreto profesional está por sobre este juicio que tiene la ley. Por lo tanto yo, Anita Román, prefiero ir a la cárcel por desacatar una ley que a mí me parece injusta, pero no mandar, además del dolor que le significa a muchas mujeres hacerse un aborto, mandarla a la cárcel… Yo no voy a denunciar jamás a una mujer para que vaya a la cárcel, prefiero ir yo”, añadió.

Escucha la entrevista completa realizada por Patricio Cuevas en Expreso Bío Bío: