París considera que el sur de Libia “se ha convertido en un núcleo terrorista”, pero descarta una intervención militar directa por el momento, aseguró al Journal du Dimanche el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian.

El ministro, en una entrevista publicada el domingo en este rotativo francés, desechó atacar sin una solución política previa, ya que “Libia es independiente”, y apuntó a vínculos entre el grupo Estado Islámico y organizaciones, “que se reivindicaban hasta ahora de Al Qaida”, en la zona del Sahel y el Sáhara, en especial en la ciudad libia de Derna, que los islamistas intentan controlar.

“El punto de conexión se sitúa en Libia (…) Allí es donde se encuentra Belmojtar [uno de los principales jefes de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI)] pero también Iyad Ag Ghali, el líder de Ansar Dine”, explicó Le Drian, para quien, “en 2015, la Unión Africana, Naciones Unidas y los países vecinos deberán abordar esta candente cuestión de seguridad”.

Reunidos en Nuakchott el 19 de diciembre, cinco países del Sahel (Chad, Malí, Níger, Mauritania y Burkina Faso) instaron a Naciones Unidas a poner en marcha una fuerza internacional “para neutralizar a los grupos armados” en Libia, donde el caos provoca la proliferación de grupos yihadistas.

“Tener tan cerca del Mediterráneo a organizaciones terroristas estructuradas afecta a nuestra propia seguridad”, añadió el responsable francés, quien alertó de una fusión entre los movimientos del Sahel, procedentes de Al Qaida, y aquellos vinculados al EI.

Según Le Drian, el grupo Estado Islámico cuenta con “un ejército terrorista” formado por “20.000 combatientes”, “tanques arrebatados al ejército iraquí” y “medios financieros procedentes de la venta del petróleo”, y capaz de “llevar a cabo una guerrilla urbana, terrorismo clásico y una guerra convencional”.

“Entramos en una nueva dimensión, la de la militarización del terrorismo. Esta exige una respuesta militar”, subrayó.