La Cámara de Diputados podría quedar encapsulada. Esto por la idea de instalar una pandereta de vidrio que evite que las personas de las tribunas lancen objetos contra los parlamentarios.

El seis de febrero debería estar listo el informe con el tipo, los precios y las dimensiones del vidrio que podría separar al público de los diputados, en la Cámara Baja.

Una idea que estudia el presidente de la instancia, Aldo Cornejo, y que pretende evitar caídas desde las gradas y eludir el lanzamiento de objetos hacia los parlamentarios. Es una opción en verde, que ya divide a los políticos.

Desde Renovación Nacional, el diputado José Manuel Edwards apoyó la moción, que, a su juicio, permite una mayor calidad en el debate. El parlamentario dijo que el vidrio podría evitar que las “barras” de las distintas posiciones políticas desvirtúen la discusión.

Visión opuesta es la que tiene la diputada del PPD, Cristina Girardi, quien, si bien coincide en la presencia de una especie de “barras bravas”, sostuvo que parte de la responsabilidad es de los propios parlamentarios, por lo que dijo que la solución va en la línea de que sean los partidos los que controlen a sus invitados, rechazando de plano la instalación del vidrio.

Es una idea que podría empeorar la visión de la ciudadanía hacia el parlamento, según el diputado socialista Juan Luis Castro, quien apuesta a una revisión más exhaustiva de quienes ingresan a la Sala, por parte de Carabineros, para evitar la presencia de objetos contundentes, tal como se hace en los estadios.

Desde la otra vereda, el diputado de Amplitud, Joaquín Godoy, dijo no tener claro si el vidrio es la mejor opción para los fines que se plantean.

Eso sí, el parlamentario enfatizó que es necesario establecer la discusión respecto a medidas para hacer frente a un eventual comportamiento agresivo desde la tribuna.

Una idea que es realidad en otros países, como Ecuador, y que en el caso de Chile su evaluación pasará primero por comisiones parlamentarias.

La iniciativa podría, además, ir acompañada de otras restricciones y mayor presencia policial en el Congreso y alrededores.