Más de 2.000 personas han dejado sus hogares en el Estado de Assam, luego de una serie de ataques cometidos por hombres armados en lo que murieron docenas de civiles, incluidos varios niños, informaron este jueves las autoridades.

Los habitantes de las zonas aledañas buscaron refugio en los campamentos improvisados que instaló el gobierno luego que una serie de ataques perpetrados el martes, que fueron atribuidos a grupos rebeldes, dejaran al menos 69 muertos, 18 de ellos niños.

“Más de 2.000 residentes buscaron refugio en los en los campos de socorro. Por su puesto la gente está asustada y preocupada por el nuevo brote de violencia”, dijo a la AFP un funcionario que pidió permanecer en el anonimato.

Las autoridades atribuyeron los ataques al ilegalizado Frente Democrático Nacional de Bodoland (NDFB, por sus siglas en inglés), que lleva décadas reclamando un Estado soberano en la región.

Assam, una zona productora de té, es fronterizo con Bután y Bangladesh y tiene un largo historial de violencia entre la etnia indígena bodo, los musulmanes y la comunidad adivasi.

En tanto, el miércoles se reportaron otros tres muertos luego que la policía disparara a un grupo de personas que acudieron a la comisaría a demandar justicia.

Por su parte, el Ministerio del Interior ordenó el despliegue de tropas en Assam, para contener los ataques lanzados por la población contra los asentamientos de la comunidad bodo, en represalias por las matanzas.

Los supervivientes dijeron al diario Indian Express que los atacantes estaban vestidos con uniformes militares y que llevaban armas automáticas.

“Quiero volver porque todas mis cosas están allí. Pero tengo miedo que si vuelvo al pueblo, ellos vayan a volver”, dijo a la cadena NDTV uno de los desplazados.

La policía explicó que las recientes conversaciones entre el Gobierno nacional y una facción del NDFB podrían haber provocado los ataques, al oponerse algunos miembros del grupo a las negociaciones.