Dos plantas fotovoltaicas, Arica 1 y Los Loros, eliminarán unas 111.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año, por el uso de combustibles fósiles para cubrir las necesidades energéticas de empresas mineras y otros usuarios industriales.

Los proyectos se llevaron a cabo con un préstamo de US$27,7 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el proyecto Arica 1 y otro de US$25,7 millones para el proyecto Los Loros.

“Estos proyectos contribuirán a diversificar la matriz energética de Chile, que actualmente es altamente dependiente de los combustibles fósiles importados, mediante la incorporación de energía renovables alimentada por el excepcional recurso solar del Desierto de Atacama”, dijo Jean-Marc Aboussouan, Jefe de la División de Infraestructura del Departamento del Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID.

Proyecto Arica 1 de Energía Solar Fotovoltaica

El proyecto, desarrollado por Sky Solar Group, se erigirá 26 km al noreste de la ciudad de Arica; generará 44 MW de energía renovable y reducirá el uso de combustibles fósiles para alimentar al Sistema Interconectado Norte Grande cuya provisión de electricidad va casi en su totalidad a las empresas mineras y otros usuarios industriales.

Este proyecto atraerá importantes inversiones privadas a la región norte de Chile, que se caracteriza por sus bajas tasas de crecimiento e inversión. Asimismo, Arica 1 eliminará la emisión de unas 54.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año.

Proyecto de Energía Fotovoltaica Los Loros

Los Loros es el primer proyecto de energía solar fotovoltaica financiado por el Banco en el Sistema Interconectado Central (SIC). El proyecto, que se levantará unos 50 km al sudoeste de la ciudad de Copiapó, ha sido desarrollado por Solairedirect Chile, cuyo principal accionista es Solairedirect de Francia. Generará aproximadamente 54 MW de energía renovable y se conectará al nodo Los Loros, atendiendo así las necesidades significativas de la región central del país, en particular el área metropolitana de Santiago.

El proyecto incrementará la competencia en el mercado eléctrico de la zona central de Chile, al tiempo que contribuirá a reducir la huella de carbono de la red central eléctrica chilena, con una disminución en la emisión anual de 57.000 toneladas de gases de efecto invernadero.