Muchas mujeres sueñan con tener un romance como el de Cincuenta Sombras de Grey. Conocer a un multimillonario seductor, algo obsesivo y que se deshaga en atenciones para ella. Pero a veces lo que imaginamos, no siempre es tan bueno como desearíamos.

Así lo vivió una joven inglesa, quien conoció a su propia versión de Christian Grey en la vida real, un hombre que absorbió por completo su vida transformando el cuento de hadas en una pesadilla.

La historia de la joven que se hace llamar Lily Temperley, comenzó cuando trabajaba como gestora de finanza en uno de los bancos más importantes de Londres. En el lugar, tenía contacto con los más altos ejecutivos de la compañía y parte de su empleo consistía en asistir a fiestas y cenas, donde los hombres fácilmente gastaban enormes cantidades de dinero en tragos, comidas y mujeres.

“Las infidelidades eran de lo más comunes”, comentó la mujer a Daily Mail. “Lo que no sé es si las esposas lo sabían o eran felizmente ignorantes”, agregó, señalando que era común ver a los ejecutivos rodeados de chicas hermosas y sin sus anillos de matrimonio.

En uno de estos encuentros conoció a Patrick Harrington -también seudónimo-, uno de los hombres más adinerados y codiciados del negocio. Su conexión fue inmediata, y pronto comenzó a recibir regalos lujosos, a visitar los mejores restaurantes de Inglaterra o incluso a recibir invitaciones a viajes por Toscana, París o el Caribe.

La relación entre ambos creció y se profundizó día a día, a pesar que el ejecutivo estaba casado. Pero pronto las cosas comenzaron a cambiar, y Harrington empezó mostrar una personalidad menos amable y más obsesiva.

El millonario quería controlar cada aspecto de la vida de Temperley. Pasó de llevada de compras a las tiendas más exclusivas del mundo a decidir por completo su apariencia, dictando qué trajes debía usar, qué tipo de corte de cabello llevar e incluso el color del esmalte de uñas tenía que elegir. “Una vez fui al salón de belleza en el trabajo y volví con una manicura francesa y él me dijo: ‘Te dije que en rojo’ y tuve que cambiármelas”, cuenta.

Sin límites

El look no era lo único de lo que se hacía cargo, ya que en el plano sexual también era él quien decidía qué hacer, qué tipo de prácticas o juegos sexuales debían realizar.

Al igual que ocurre en los libros de E.L. James, Harrington tenían gustos peculiares en la cama, por lo que el sadomasoquismo se convirtió en parte habitual de sus vidas.

Pero las cosas no terminaban ahí, porque el hombre solía llevarla a lugares de intercambio de parejas y orgías donde se encontraban con otros altos mandos del mundo banquero. “No me sorprendería que él también hubiese estado durmiendo con otras personas de la empresa mientras estábamos juntos y hasta con prostitutas”, señaló.

Finalmente, la mujer se cansó de obedecer y aceptar las imposiciones de su pareja, por lo que quiso terminar la relación, lo que no resultó nada fácil. “Patrick se negaba a aceptar que la relación había terminado”. El sujeto continúo llamándola y acosándola, hasta que ella tuvo que cambiar su vida radicalmente. Renunció a su trabajo, se fue de la ciudad, deshabilitó su teléfono y correos electrónicos, hasta que finalmente pudo alejarse de él.

De la realidad a la ficción

Su historia fue tan intensa que decidió compartir lo que vivió y vio con el resto del mundo a través de un libro llamado Sexo, mentiras y banca, con la cual espera pueda ayudar a jóvenes ilusas que sueñan con empezar una relación de este estilo.

En el texto, se encarga de desenmascarar los excesos y codicia de los que fue testigo. “Yo trabajaba en finanzas y tenía acceso a una gran cantidad de datos financieros, por lo que pude ver lo que el banco estaba pagando a esos empleados, y estamos hablando de gente que iba a ganar más dinero que si les hubiese tocado la lotería todos los años”, comenta.

Agrega que incluso vio como se malversaban fondos y humillaban a cualquiera que se interpusiera en sus caminos. “Los gastos que declaraban al banco los utilizaban para viajes personales y otras cosas que definitivamente no tenían ningún propósito para el negocio”.

Sexo, mentiras y banca fue publicado el 7 de noviembre de este año y ha sido bien recibido por el público.