Gonzalo Frías y la mezcla del cine con su vida: “Si la honestidad no es brutal, no es honestidad”

Erasmo Tauran (BBCL)
Erasmo Tauran (BBCL)
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En un país donde pesa mucho el nombre, el árbol genealógico o la fama, el camino para el libro de Gonzalo Frías podría haber sido mucho más fácil. Bastaba solo con decir que es hijo del guionista de una de las películas fundamentales del cine chileno, o insertar un prólogo redactado por un músico norteamericano de renombre mundial.

Para quien ha levantado por más de 15 años el programa 7mo Vicio, quizás el más longevo de la televisión por cable de Chile, la promoción de Tracking hubiera sido menos desgastante de ese modo, pero traicionaba el modo en que realiza las cosas. Es ese modo bajo el cual ha enfrentado la vida y el modo en que nació su programa: tomándose las cosas como algo estrictamente personal.

El libro es una suerte de diagnóstico autobiográfico del realizador del tradicional espacio de Vía X. Más que replicar los análisis de 7mo Vicio, Tracking nace de las entrañas del “pelao” (vocativo comúnmente empleado por los seguidores del programa) en un crudo examen su historia familiar y cómo su vida y las personas que han cruzado por ella fueron marcadas inexorablemente por el cine.

“La manera de hacer el libro es muy parecida a la manera de hacer el 7mo Vicio. El 7mo Vicio no es alguien que haya estado viendo otros programas para saber cómo tiene que hacer el programa o cómo quiere hacerlo. Es un programa que no sigue ninguna escuela de televisión, es un programa que no sigue ninguna escuela de animación, y encuentro que hacer el libro fue lo mismo para mí”, afirmó Frías en conversación con BioBioChile.

Si bien el trabajo en papel comenzó a idearse hace unos dos o tres años, el proceso para su concreción le ha tomado toda su existencia. “Se ha estado gestando desde que vi mi primera película“, añade, “hay frases desde que tengo cinco años anotadas en ese libro. Este libro se ha estado gestando desde que yo tengo noción de las películas, de mi familia, de toda la vida se ha estado gestando”.

Gonzalo es hijo del reconocido escritor y guionista Gustavo Frías, cuyo nombre quedó grabado para siempre en la historia del cine nacional con “Julio comienza en julio”, entre otras numerosas obras que nacieron bajo su pluma.

Es precisamente en esta película donde cuenta con una pequeña participación la madre de Gonzalo. Magdalena Aguirre, profesora de filosofía del colegio La Maisonnette y quien participó en el grupo teatral Ictus, falleció en septiembre de 1991.

La historia de su madre, el cáncer que le arrebató la vida y las crueles palabras del entonces pequeño Gonzalo hacia ella dan la partida al libro en el capítulo sin dudas más desgarrador. De hecho, el comunicador apela a la verdad en su estado natural para contar su historia.

“Yo podría haber maquillado la historia de mi mamá, dejándome a mí como una inocente paloma, siendo la víctima-niño que vivió y sufrió mucho en todo este proceso. No poh, yo fui un concha de su madre como son muchos niños que son muy crueles, y yo no podía obviar eso. Para mí eso es parte de lo que forma la historia, es la verdad la historia”, comenta.

Un libro de personas, no de películas

Tracking está muy lejos de ser un libro que incluya reseñas de cine, de ser un libro en extremo especializado o que considere “las mil y una películas que debes ver antes de morir”. Pese a la incombustible pasión de Gonzalo por sus películas, la motivación es netamente familiar.

“Lo que para mí sí tiene valor es contar la historia de mi familia. Si voy a hacer un libro en mi vida tiene que ser este, algo que mis hijos puedan leer y saber quién era su papá, algo con lo cual yo mismo pueda sumergirme en esas páginas y recordar de a dónde vengo, quién soy, para dónde voy, lo que las películas significan para mí, no perder nunca eso, esa brújula”, sostiene.

Eso sí, el lector debe estar preparado para reconocer algunos elementos de películas en esta obra, sobre todo en el modo que el autor define su relación con sus seres queridos. “No es un libro de cine, no es un libro de películas“, aclara. “El que sale creyendo que va a descubrir algo que no sabía de [Andrei] Tarkovski no es el libro correcto. Pero, en cambio, si ves Bambi y esa película significa algo especial para ti, puedes encontrar en Tracking una buena guía de sobrevivencia”.

7mo Vicio Oficial | Facebook

7mo Vicio Oficial | Facebook

El libro es una suerte de tributo de Gonzalo a la participación que han tenido en la “película de la vida” algunos personajes que ya hicieron mutis, como su madre, sus abuelos o aquel amigo de la infancia con el que ya perdió ese férreo vínculo que los caracterizó.

El “sobreviviente” es su padre, cuyo relato cierra Tracking: “El único que parte desde la historia de mi mamá, desde el primer cuento, pasando por la historia de mi mejor amigo. Siempre está San Antonio, siempre está Las Cruces, siempre está él como fantasma presente de alguna u otra manera, o referenciado directamente en alguna oportunidad en todos los cuentos, en todas las historias, y él es el que de alguna manera termina el arco”.

Advertencia: Se recomienda la discreción del lector

En toda la conversación, Frías enfatiza en que el carácter del libro es familiar, aunque personalmente ha advertido a los compradores, en especial a las mamás, que el capítulo dedicado a su progenitora es más fuerte de lo acostumbrado en los relatos del comunicador. Pero, para suerte de él, las advertencias pueden sobrar.

“[El libro] lo llevaba una mamá con su hijo chico de unos nueve años. Le dije a ella: ‘la primera historia… yo no sé si es recomendable que la lea con su niño tan pequeño‘. Me dijo ‘no te preocupes, nosotros lo leemos todo juntos‘. Incluso mi reserva con ciertas situaciones me sorprende con cada persona que eventualmente pueda leerlo. Las personas te sorprenden mucho más de lo que tú crees”, reflexiona.

A su haber, Gonzalo Frías cuenta con dos documentales: Metal Gate, que esboza la historia del metal en nuestro país, y Mondo Cane, en donde un grupo de abuelos “experimenta” los efectos de los variopintos proyectos de Mike Patton.

Este último incluso podría haber escrito el prólogo, confidencia el autor de Tracking. Y pese a que ello de seguro le hubiera traído buenos réditos comerciales, prefirió ajustarse a la naturaleza de su trabajo.

“Es una historia familiar, no correspondía incluirlo”, subraya, con lo que también justifica la nula mención a Nicanor Parra pese a que gran parte del libro evoca los recuerdos de Las Cruces, lugar donde el centenario antipoeta se refugia y frecuenta al padre de Gonzalo.

Tracking es un relato honesto, sin aspavientos ni grandes adornos. Es un relato que, pese a estar marcado por la soledad, también habla de la necesidad de resguardarse en otros. “En Tracking las personas significan mucho más que las películas, las películas son súper secundarias a lo que son las personas. Si bien hay un componente de soledad grande, también hay un componente de refugio importante en las personas”, afirma Gonzalo.

Hay quienes le han dicho que debería haber excluido algunos pasajes, sobre todo en los que recuerda a su madre y el modo en que se enfrentó su cáncer: “Probablemente sí”, concuerda, “pero es lo que es. Si la honestidad no es brutal no es honestidad. Es como lógico, ¿no? Es como tener un amigo que cache todas tus pifias y te diga dos o tres, cuando te pudo haber dicho las 10. Yo soy como de esa línea”.

Tracking
Vía X Ediciones
186 páginas
Precio sugerido en tienda: $11.990
Disponible en Feria Chilena del Libro, Librería Antártica y Librería Contrapunto.

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En un país donde pesa mucho el nombre, el árbol genealógico o la fama, el camino para el libro de Gonzalo Frías podría haber sido mucho más fácil. Bastaba solo con decir que es hijo del guionista de una de las películas fundamentales del cine chileno, o insertar un prólogo redactado por un músico norteamericano de renombre mundial.

Para quien ha levantado por más de 15 años el programa 7mo Vicio, quizás el más longevo de la televisión por cable de Chile, la promoción de Tracking hubiera sido menos desgastante de ese modo, pero traicionaba el modo en que realiza las cosas. Es ese modo bajo el cual ha enfrentado la vida y el modo en que nació su programa: tomándose las cosas como algo estrictamente personal.

El libro es una suerte de diagnóstico autobiográfico del realizador del tradicional espacio de Vía X. Más que replicar los análisis de 7mo Vicio, Tracking nace de las entrañas del “pelao” (vocativo comúnmente empleado por los seguidores del programa) en un crudo examen su historia familiar y cómo su vida y las personas que han cruzado por ella fueron marcadas inexorablemente por el cine.

“La manera de hacer el libro es muy parecida a la manera de hacer el 7mo Vicio. El 7mo Vicio no es alguien que haya estado viendo otros programas para saber cómo tiene que hacer el programa o cómo quiere hacerlo. Es un programa que no sigue ninguna escuela de televisión, es un programa que no sigue ninguna escuela de animación, y encuentro que hacer el libro fue lo mismo para mí”, afirmó Frías en conversación con BioBioChile.

Si bien el trabajo en papel comenzó a idearse hace unos dos o tres años, el proceso para su concreción le ha tomado toda su existencia. “Se ha estado gestando desde que vi mi primera película“, añade, “hay frases desde que tengo cinco años anotadas en ese libro. Este libro se ha estado gestando desde que yo tengo noción de las películas, de mi familia, de toda la vida se ha estado gestando”.

Gonzalo es hijo del reconocido escritor y guionista Gustavo Frías, cuyo nombre quedó grabado para siempre en la historia del cine nacional con “Julio comienza en julio”, entre otras numerosas obras que nacieron bajo su pluma.

Es precisamente en esta película donde cuenta con una pequeña participación la madre de Gonzalo. Magdalena Aguirre, profesora de filosofía del colegio La Maisonnette y quien participó en el grupo teatral Ictus, falleció en septiembre de 1991.

La historia de su madre, el cáncer que le arrebató la vida y las crueles palabras del entonces pequeño Gonzalo hacia ella dan la partida al libro en el capítulo sin dudas más desgarrador. De hecho, el comunicador apela a la verdad en su estado natural para contar su historia.

“Yo podría haber maquillado la historia de mi mamá, dejándome a mí como una inocente paloma, siendo la víctima-niño que vivió y sufrió mucho en todo este proceso. No poh, yo fui un concha de su madre como son muchos niños que son muy crueles, y yo no podía obviar eso. Para mí eso es parte de lo que forma la historia, es la verdad la historia”, comenta.

Un libro de personas, no de películas

Tracking está muy lejos de ser un libro que incluya reseñas de cine, de ser un libro en extremo especializado o que considere “las mil y una películas que debes ver antes de morir”. Pese a la incombustible pasión de Gonzalo por sus películas, la motivación es netamente familiar.

“Lo que para mí sí tiene valor es contar la historia de mi familia. Si voy a hacer un libro en mi vida tiene que ser este, algo que mis hijos puedan leer y saber quién era su papá, algo con lo cual yo mismo pueda sumergirme en esas páginas y recordar de a dónde vengo, quién soy, para dónde voy, lo que las películas significan para mí, no perder nunca eso, esa brújula”, sostiene.

Eso sí, el lector debe estar preparado para reconocer algunos elementos de películas en esta obra, sobre todo en el modo que el autor define su relación con sus seres queridos. “No es un libro de cine, no es un libro de películas“, aclara. “El que sale creyendo que va a descubrir algo que no sabía de [Andrei] Tarkovski no es el libro correcto. Pero, en cambio, si ves Bambi y esa película significa algo especial para ti, puedes encontrar en Tracking una buena guía de sobrevivencia”.

7mo Vicio Oficial | Facebook

7mo Vicio Oficial | Facebook

El libro es una suerte de tributo de Gonzalo a la participación que han tenido en la “película de la vida” algunos personajes que ya hicieron mutis, como su madre, sus abuelos o aquel amigo de la infancia con el que ya perdió ese férreo vínculo que los caracterizó.

El “sobreviviente” es su padre, cuyo relato cierra Tracking: “El único que parte desde la historia de mi mamá, desde el primer cuento, pasando por la historia de mi mejor amigo. Siempre está San Antonio, siempre está Las Cruces, siempre está él como fantasma presente de alguna u otra manera, o referenciado directamente en alguna oportunidad en todos los cuentos, en todas las historias, y él es el que de alguna manera termina el arco”.

Advertencia: Se recomienda la discreción del lector

En toda la conversación, Frías enfatiza en que el carácter del libro es familiar, aunque personalmente ha advertido a los compradores, en especial a las mamás, que el capítulo dedicado a su progenitora es más fuerte de lo acostumbrado en los relatos del comunicador. Pero, para suerte de él, las advertencias pueden sobrar.

“[El libro] lo llevaba una mamá con su hijo chico de unos nueve años. Le dije a ella: ‘la primera historia… yo no sé si es recomendable que la lea con su niño tan pequeño‘. Me dijo ‘no te preocupes, nosotros lo leemos todo juntos‘. Incluso mi reserva con ciertas situaciones me sorprende con cada persona que eventualmente pueda leerlo. Las personas te sorprenden mucho más de lo que tú crees”, reflexiona.

A su haber, Gonzalo Frías cuenta con dos documentales: Metal Gate, que esboza la historia del metal en nuestro país, y Mondo Cane, en donde un grupo de abuelos “experimenta” los efectos de los variopintos proyectos de Mike Patton.

Este último incluso podría haber escrito el prólogo, confidencia el autor de Tracking. Y pese a que ello de seguro le hubiera traído buenos réditos comerciales, prefirió ajustarse a la naturaleza de su trabajo.

“Es una historia familiar, no correspondía incluirlo”, subraya, con lo que también justifica la nula mención a Nicanor Parra pese a que gran parte del libro evoca los recuerdos de Las Cruces, lugar donde el centenario antipoeta se refugia y frecuenta al padre de Gonzalo.

Tracking es un relato honesto, sin aspavientos ni grandes adornos. Es un relato que, pese a estar marcado por la soledad, también habla de la necesidad de resguardarse en otros. “En Tracking las personas significan mucho más que las películas, las películas son súper secundarias a lo que son las personas. Si bien hay un componente de soledad grande, también hay un componente de refugio importante en las personas”, afirma Gonzalo.

Hay quienes le han dicho que debería haber excluido algunos pasajes, sobre todo en los que recuerda a su madre y el modo en que se enfrentó su cáncer: “Probablemente sí”, concuerda, “pero es lo que es. Si la honestidad no es brutal no es honestidad. Es como lógico, ¿no? Es como tener un amigo que cache todas tus pifias y te diga dos o tres, cuando te pudo haber dicho las 10. Yo soy como de esa línea”.

Tracking
Vía X Ediciones
186 páginas
Precio sugerido en tienda: $11.990
Disponible en Feria Chilena del Libro, Librería Antártica y Librería Contrapunto.