A pocos días de Navidad, el comercio ofrece una gama de productos para mimar a los más pequeños.

Sin embargo, a la hora de decidir qué le regalaremos a nuestros hijos, es importante considerar no sólo los gustos del menor, también debemos tener en cuenta su etapa de desarrollo y los riesgos que podría implicar el artículo que le obsequiaremos.

En este sentido, en BioBioChile hemos confeccionado una pequeña guía que da indicios de los regalos que podrían ser inapropiados para los niños. Conócelos a continuación:

1. Celulares

Si bien no existe ningún estudio que compruebe en un 100% que la radiación de los celulares es dañina para el organismo, algunas investigaciones lo han sugerido. Por ejemplo, un sondeo realizado por el biólogo británico William Stewart en 2005, señala que los niños menores de 8 años no deberían usar teléfonos móviles. Es más, en el Reino Unido se sacó del mercado un aparato dirigido a pequeños de esa edad ese mismo año.

Asimismo, tras revisar una serie de estudios de diversos científicos alrededor del mundo, en 2011 la OMS advirtió que el uso de celulares podría causar cáncer y también desaconsejó que los niños manejaran este tipo de dispositivos.

“El cráneo y el cuero cabelludo de los niños es más delgado. Así que la radiación puede penetrar más profundamente en el cerebro de los niños y adultos jóvenes. Sus células se dividen a un ritmo más rápido, por lo que el impacto de la radiación puede ser mucho mayor”, señaló Keith Black, del Centro Médico Cedars-Sinai a BBC Mundo.

Derek Olson (CC) Flickr

Derek Olson (CC) Flickr

2. Juguetes con plomo

Es importante estar al tanto de cuáles juguetes han sido retirados del mercado por parte de la autoridad sanitaria y siempre comprar en lugares establecidos, pues los artículos de origen desconocido, rotulados en otro idioma, o pirateados, suelen no pasar por las regulaciones que comprueban su seguridad.

El Centro para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos, indica que este tóxico generalmente se encuentra pintura o plástico del producto y si el niño llega a echárselo a la boca, puede tener consecuencias nefastas en su salud. Entre estos problemas está el daño en los riñones, encefalopatías, enfermedades neuropsicológicas, hiperactividad, déficit atencional e incluso dificultades auditivas.

Feans (CC) Flickr

Feans (CC) Flickr

3. Fíjate en la clasificación de los videojuegos

Si te propones regalarle un videojuego a un niño, preocúpate de que la clasificación corresponda a su edad. De acuerdo a la ESRB – Clasificación de software de entretenimiento de Estados Unidos-, la rotulación es la siguiente: EC (Niños Pequeños, ideal para mayores de 3 años); E (apto para menores de más de 6); E10+ (para mayores de 10); T (para mayores de 13 años); M (mayores de 17 ); AO (sólo para adultos); RP (Clasificación pendiente).

Por ejemplo, si tu hijo tiene 8 años, sólo deberías regalarle un juego cuya clasificación sea EC o E.

Para elaborar estas categorías, el organismo norteamericano se basa en criterios como la violencia, el contenido sexual, presencia de apuestas virtuales o reales, humor vulgar, uso del lenguaje y referencias a drogas o alcohol, entre otras.

ESRB

ESRB

4. Juguetes bélicos

De acuerdo a la doctora estadounidense Marilyn Heins, pediatra y consejera de padres, los juguetes bélicos (pistolas, espadas, cuchillos falsos y armas en general) reflejan la creciente violencia existente en nuestra cultura. El problema de esto es que algunos niños tienen dificultades para separar la realidad de la fantasía. Eso sí, la experta llama a no exagerar porque lo prohibido causa tentación y argumenta que los padres pueden ayudar a sus hijos mediante la adopción de un enfoque equilibrado en lo que respecta a los juguetes violentos.

Desde el portal Focus on the Family, en tanto, señalan que “En general, los medios violentos estimulan los miedos y ansiedades, y por lo tanto aumentan la ‘violencia’ o ‘huida’ en los niños. Los estudios muestran que los cambios fisiológicos medibles mientras un niño está viendo una película violenta o jugando algo violento, son aceleración del pulso, dilatación de los ojos, sudor de las manos, sequedad en la boca y aceleración de la respiración.

El impacto emocional de esta experiencia aumenta a medida que se repite”. Eso sí, al igual que Heins llaman a no exagerar, pues es normal que los niños se sientan atraídos por juegos de policías, ladrones, vaqueros o soldados.

Joe Loong (CC) Flickr

Joe Loong (CC) Flickr

5. Ojo con las piezas pequeñas

Los niños menores de 3 años suelen llevarse a la boca los objetos, porque es su forma de conocer el mundo. Por ello, debes poner especial atención a aquellos juguetes que posee partes pequeñas y fijarte muy bien en el rotulado, pues si dice “+3″, quiere decir que contiene piezas inapropiadas para un niño menor a esa edad.

Es importante, asegurarse que “los juguetes no tengan partes que puedan desprenderse, (ojos, nariz, pilas, botones, perillas, etc.)”, señala el pediatra y toxicólogo Enrique Paris en un artículo publicado en Red Salud UC.

Me and the sysop (CC) Flickr

Me and the sysop (CC) Flickr

6. Pulseras Loom bands

Las pulseras de elástico “loom bands”, también conocidas como “moon loom” y “rainbow loom”, se han ganado la preferencia de los más chicos de la casa, sin embargo, se encuentran bajo cuestionamiento, luego que se conocieran una serie de análisis que han encontrado en ellos elementos cancerígenos.

Según informó la cadena británica BBC, el Laboratorio de Ensayo independiente en Birmingham en el Reino Unido halló que entre los componentes se encontraba el ácido ftálico, elemento que podría causar cáncer, y que hace al plástico más flexible. Las pruebas mostraron que una de las pulseras contenía 40% de ftalatos, prohibidos por la legislación de la Unión Europea (UE), que sólo permite un 0,1% de límite legal.

El problema, explican especialistas, es que estas bandas pueden ser peligrosas si entran en contacto con la saliva o sudor, e incluso si se aspira. “Es un elemento de alto riesgo, con similar probabilidad de aspirar mientras estás jugando con él”, comentó Marion Wilson, portavoz del laboratorio de Birmingham.

Otro de los problemas que se han encontrado es su mal uso, que puede incluso lesionar gravemente a los menores que lo ocupan. Uno de los casos reportados fue el de Kyle, un niño de 7 años, quien pasó a golpearse uno de sus ojos al resbalarse de los dedos a su hermano, mientras lo estiraba para fabricar una tobillera.

Vijay Chennupati (CC) Flickr

Vijay Chennupati (CC) Flickr

Otras recomendaciones

Antes de comprar un juguete es importante tener en cuenta ciertos criterios establecidos por el Reglamento de Seguridad de los Juguetes del Sernac, el cual señala que siempre debes fijarte en:

- Que las etiquetas tengan información en castellano.
- Que indique la edad recomendada.
- Que tenga instrucciones de seguridad, entre ellas:
- Advertencia de que contiene partes pequeñas que representan riesgo de asfixia
- Advertencia del peligro de usar cerca del fuego
- Advertencia de bordes cortantes o puntas punzantes
- Advertencia de que el producto no es apto para niños menores de 3 años