Cinco países del Sahel instaron este viernes en Nuakchott a Naciones Unidas a poner en marcha una fuerza internacional “para neutralizar a los grupos armados” en Libia, según el comunicado final de la cumbre del “Grupo de los Cinco del Sahel”.

El G5 Sahel (Chad, Malí, Níger, Mauritania y Burkina Faso) “hace un llamamiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para establecer, de acuerdo con la Unión Africana (UA), una fuerza internacional para neutralizar a los grupos armados, ayudar a la reconciliación nacional y poner en marcha instituciones democráticas estables” en Libia.

Asimismo, el grupo de países africanos celebran “los esfuerzos desplegados por los países vecinos” de Libia y la ONU “de cara a reunir las condiciones de un diálogo entre todas las partes libias, a la excepción de los grupos terroristas considerados como tal”, según este comunicado.

Durante una rueda de prensa al término de la cumbre, el jefe de Estado mauritano, Mohamed Uld Abdel Aziz, también presidente en ejercicio de la UA, aseguró que el G5 Sahel había presentado “oficialmente” a la UA y a Naciones Unidas esta propuesta, sin precisar de qué manera ni cuándo.

Libia se sumió en el caos tras la caída del coronel Muamar Gadafi en 2011. El país, abandonado a las milicias, está dirigido por dos Parlamentos y dos gobiernos -uno próximo de las milicias islamistas y otro reconocido por la comunidad internacional- que se disputan el poder.

Estos últimos días, varios dirigentes africanos, reunidos en Dakar el lunes y el martes en otra cumbre, subrayaron la amenaza que representa para los países del Sahel y del Sáhara el yihadismo y el tráfico transfronterizo de cualquier tipo, procedente del sur de Libia hasta los confines de Argelia, Níger y Chad.