Los palestinos presentaron este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución para alcanzar la paz con Israel pero se declararon inmediatamente dispuestos a hacer cambios al texto para evitar un veto estadounidense.

El proyecto, presentado por Jordania, el único miembro árabe del Consejo, “afirma la urgencia de alcanzar una paz global, justa y duradera” en un plazo de doce meses tras la adopción de la resolución.

El modelo, añade, es la coexistencia pacífica de “dos Estados independientes, democráticos y prósperos: Israel y un Estado palestino viable y contiguo”, con Jerusalén como “capital compartida”.

El texto, obtenido por la AFP, menciona también como uno de los “parámetros” de una solución negociada “un retiro completo y por etapas de las fuerzas de seguridad israelíes, que terminará con la ocupación que comenzó en 1967 (…) en un plazo razonable, que no deberá ir más allá de finales de 2017″.

Ambas exigencias son, a priori, difícilmente aceptables para Estados Unidos, que ha reiterado en varias ocasiones que un acuerdo de paz sólo puede resultar de negociaciones directas, y no de una iniciativa unilateral de la ONU.

No obstante, el embajador palestino ante la ONU Riyad Mansur subrayó que los palestinos “no cierran las puertas a seguir las negociaciones”, incluso “con Estados Unidos, si ellos lo desean”, para modificar el texto.

Mansur dio a entender que podían esperar un tiempo antes de someterlo a voto, al contrario de lo que altos responsables palestinos en Ramala (Cisjordania) habían afirmado.

Bajo la presión de los europeos y de los países árabes, principalmente Jordania, los palestinos aceptaron proseguir las negociaciones, incluido con Estados Unidos, para alcanzar un texto consensuado que podría ser aceptado por el Consejo.

Kerry a favor de un texto “pensado”

Desde hace semanas, los países europeos buscan un texto de consenso que satisfaga a los palestinos y sea aceptable para Washington y para Israel, lo que se presenta como toda una proeza diplomática y explica lo complicado de las negociaciones.

Washington no tiene “ningún problema” si los palestinos presentan en la ONU una resolución “pensada”, a condición de que el texto no aumente las tensiones con Israel, indicó el miércoles el secretario de Estado John Kerry.

Al presentar este texto, a pesar de las advertencias de Estados Unidos, los palestinos no esconden su impaciencia ante la incapacidad del secretario de Estado norteamericano John Kerry para conseguir avances diplomáticos.

“Estamos ya hartos” de las conversaciones bilaterales con Israel, explicó Mohammad Shtayyeh, cercano al presidente palestino Mahmud Abas.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en campaña para las legislativas del 17 de marzo, rechaza cualquier ultimátum y acusa a los europeos de haber tomado partido por los palestinos.

Los palestinos quieren aprovechar el creciente apoyo en Europa para un Estado palestino. 

El Parlamento Europeo aportó el miércoles su “apoyo de principio” al reconocimiento de un Estado palestino. Varios parlamentos nacionales, en Francia, España, Reino Unido o Portugal, han emprendido la misma acción en las últimas semanas.

En cualquier caso, aunque fracasen todas estas iniciativas, “la cuestión palestina no va a desaparecer por sí sola”, promete el embajador palestino ante Naciones Unidas, Riyad Mansur, que promete en ese caso “una nueva fase”.

El lunes, ante la asamblea de estados miembros de la Corte Penal Internacional (CPI), Mansur confirmó la voluntad de unirse “en el momento oportuno” a esta corte, para acusar a Israel de crímenes de guerra en la franja de Gaza. 

Los palestinos tienen en reserva otras iniciativas, como pedir al Consejo de Seguridad que apoye la candidatura de Palestina, actual Estado observador no miembro, en tanto que Estado miembro de pleno derecho de Naciones Unidas. El proyecto de resolución palestino hace referencia a esta perspectiva.