Los cuerpos de 230 personas asesinadas por yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) fueron encontrados por sus familiares en una fosa común en la provincia de Deir Ezzor, en el este de Siria, anunció este miércoles una ONG.

Las víctimas son miembros de la tribu sunita de los Shaitat, que se opone abiertamente al EI, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

La ONG también estimó que murieron en total más de 900 miembros de esta tribu, que se sublevó contra el grupo EI.

“La amplia mayoría” de los muertos eran civiles y se los mató como “represalia” por haberse sublevado contra el EI, que controla actualmente parte de Siria, incluyendo a la provincia de Deir Ezzor.

Los miembros de la tribu descubrieron la fosa común después de que el EI los autorizara a volver a su pueblo del que los había expulsado.

Para poder volver, tuvieron que aceptar un toque de queda nocturno, así como no juntarse y no llevar armas.

El grupo Estado Islámico ha ejecutado a numerosos miembros de las tropas leales a Damasco decapitándolos y exhibiendo sus cuerpos en lugares públicos para “sembrar el terror entre los civiles”, y en cualquiera que ose combatirles, había explicado previamente el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

El conflicto en Siria comenzó en marzo de 2011 con la represión de las manifestaciones pacíficas contra el régimen, lo que que provocó una insurrección armada contra el presidente Bashar al Asad. Ésta ha quedado eclipsada tras el avance en 2013 de los grupos yihadistas, en particular el EI, que controla regiones también en el vecino Irak.

Más de 200.000 personas han muerto desde el comienzo del conflicto sirio.

Milicinaos chiitas afganos en la contienda

Por otra parte, el OSDH afirma que milicianos chiitas afganos combaten junto al ejército del régimen de Asad contra los rebeldes al mismo y los yihadistas. 

Además, el Hezbolá libanés, milicianos del Irán chiita y palestinos también combaten junto a las tropas regulares sirias.

“Los milicianos chiitas afganos se baten junto a las fuerzas leales (al régimen) en toda Siria, en particular en la provincia de Alepo (norte)”, indicó el director del OSDH.

Es precisamente en la ciudad de Alepo donde un emisario de la ONU, Ramzi Ezedin Ramzi, intenta instaurar una tregua en los combates para así poder distribuir mejor la ayuda humanitaria, y tuvo discusiones en Damasco a este respecto con los responsables sirios.

Coalición intensifica bombardeos en Irak

Además, Estados Unidos y sus aliados intensificaron desde el lunes los bombardeos en Irak, donde han realizado 61 ataques aéreos contra el EI, 45 de ellos en apoyo a las fuerzas kurdas e iraquíes, anunció el miércoles el ejército estadounidense.

Sin embargo, el comando conjunto multinacional (CJTF) a cargo de las operaciones no detalla dónde fueron realizados los 45 ataques en apoyo a los “peshmergas” (combatientes kurdos) y las fuerzas de seguridad iraquíes.

Quince aviones “destruyeron alrededor de 15 objetivos”, incluyendo vehículos, puestos de control, posiciones de combate y otros equipos, indicó el CJTF en un comunicado.

Las fuerzas kurdas lanzaron el miércoles una fuerte ofensiva para retomar zonas del norte del país cercanas a la frontera siria, como la región de Sinjar (norte) de manos de los yihadistas del grupo EI, según responsables.

Esta ofensiva fue lanzada en dos frentes: desde Rabia, en la frontera siria, y Zumar, cerca del lago de Mosul, anunciaron oficiales de las fuerzas kurdas.

El jefe del gabinete de Masud Barzani, presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, explicó por su parte que el objetivo era “liberar” toda la región de Sinjar.

Por otra parte, la coalición llevó a cabo otros 16 ataques aéreos en Irak, cerca de Mosul, Erbil, Tal Afar, Hit y Ramadi.

En Siria, la coalición llevó a cabo seis ataques, cinco de ellos cerca de Kobane, fronterizo con Turquía.