El español Ángel Berlanga es uno de los jugadores más importantes del Auckland neozelandés, rival del San Lorenzo el miércoles en semifinales del Mundial de Clubes, el partido más importante de la carrera de un joven que empezó su aventura mientras hacía un viaje por Oceanía.

Había jugado de 2005 a 2010 en el Rayo Majadahonda, un conjunto amateur de la cuarta categoría de su país, y con 23 años, tras terminar sus estudios universitarios, decidió irse seis meses de viaje por Australia y Nueva Zelanda, con una mochila y ganas de descubrir lugares.

Y fue allí, en aquel semestre de aventura, cuando su carrera en el fútbol y su vida dio un giro de 180 grados.

“Acabé la carrera de INEF (Educación Física) y decidí viajar seis meses por Oceanía por libre. Allí fue donde conocí al entrenador, que me ofreció una prueba y me quedé”, explicó Berlanga a la AFP.

Su historia es todavía más peculiar por la forma en la que se dio el encuentro entre Berlanga y Ramón Tribulietx, un entrenador catalán que lleva desde 2008 en el Auckland, primero como asistente y desde 2010 como entrenador principal y artífice de los cuatro últimos títulos del Auckland en la competición continental de Oceanía.

“Me enteré de que había un entrenador español en Nueva Zelanda, me encontré con una noticia sobre él. Entonces busqué más información sobre internet y le vi en Facebook, escribí presentándome, empezamos a hablar y me dijo que me pasara por allí para hacerme una prueba. Y hasta hoy”, relata.

El primero del ‘Spanish Auckland’

Él fue el primero de los cuatro jugadores españoles que Tribulietx reclutó para el que la prensa neozelandesa bautizó como ‘Spanish Auckland’, ya que después pasaron por allí Albert Riera, Manel Expósito y Andreu Guerao.

Ninguno de ellos continúa en el equipo, uno se fue el fútbol australiano, otro al belga y otro regresó a España para jugar en el Racing de Santander, de la segunda división.

Poco podía imaginar Berlanga que ese mensaje de Facebook le iba a permitir vivir cinco años como futbolista, viajar por islas de Oceanía cuyo nombre antes ni conocía o poder llegar ahora a unas semifinales del Mundial de Clubes.

“No podíamos pensar poder llegar tan lejos. Quizás lo único que podíamos pensar era en ganar el primer partido, nos habíamos preparado muy bien para eso, pero ya no más”, reconoce.

El premio a haber superado los cuartos, la mejor actuación histórica del Auckland en esta competición, es jugar contra un histórico del fútbol como el San Lorenzo de Almagro argentino y Berlanga cree que los ‘kiwis’ no se lo pondrán fácil al ‘Ciclón’.

“San Lorenzo es un equipo técnico, de tocar el balón. Todo va a ser complicado para nosotros, pero intentaremos hacerlo bien. Vamos a luchar por llegar a la final, no vamos a regalar nada. El fútbol da muchas sorpresas y nunca se sabe qué pasará”, se ilusiona.