La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebró este viernes el “histórico” informe de la Comisión de la Verdad que recopiló los crímenes de la última dictadura en Brasil, pero pidió anular la ley de amnistía a los presuntos responsables.

El informe, entregado el miércoles a la presidenta Dilma Rousseff, víctima del régimen, es un “logro” que “marca un momento histórico para el país”, señaló la CIDH, un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Para la Comisión, “la publicación de las conclusiones de la Comisión de la Verdad contribuyen al fortalecimiento del Estado democrático y de la democracia en las Américas y en el resto del mundo”.

El informe “da voz y esperanza” a las víctimas, para quienes “saber la verdad de lo que ocurrió es una forma de reparación”, según la CIDH.

Pero el organismo, con sede en Washington, instó al Estado de Brasil a cumplir las 28 recomendaciones formuladas por la Comisión de la Verdad, en especial el pedido de anular la amnistía a los violadores de derechos humanos.

“La CIDH insta al Estado brasileño a que cumpla las recomendaciones de la Comisión de la Verdad con respecto a la derogación de la ley de amnistía a fin de que los responsables de dichas violaciones rindan cuenta de sus actos”.

En dos años y siete meses de trabajo, la comisión (CNV) registró 434 muertos o desaparecidos comprobados, víctimas políticas directas durante los denominados “años de plomo”, y se identificaron 230 locales en todo Brasil donde se perpetraban violaciones a los derechos humanos.

Para la comisión quedó ampliamente demostrado que las “graves violaciones” de derechos humanos perpetradas durante 21 años fueron una “política de Estado”, rechazando la explicación de las Fuerzas Armadas de que fueron hechos aislados o excesos.

Brasil no ha juzgado a los represores de la dictadura (1964-1985) por una ley de 1979, ratificada en 2010, que amnistió a policías y militares que violaron los derechos humanos.