La justicia china condenó a muerte al ex presidente de una gran empresa pública, acusado de haberse embolsado 53 millones de euros, informa la prensa oficial, en una sentencia poco habitual para alguien situado a este nivel.

Un tribunal de Cantón, en un fallo pronunciado el miércoles, reconoció culpable a Zhang Xinhua, antiguo presidente ejecutivo del conglomerado Baiyun Industrial and Agricultural Corp., de haber recibido sobornos y de desviar fondos público, dijo la agencia oficial china Xinhua.

Zhang habría desviado desde 2003 activos del grupo por un monto de más de 280 millones de yuanes (36,8 millones de euros), y se habría embolsado sobornos por 95 millones de yuanes (12,5 millones de euros) a cambio de favores.

El responsable caído en desgracia habría agravado su caso al “rechazar admitir sus delitos”, según el fiscal citado en la prensa oficial.

El condenado ha recurrido la sentencia, pero tiene escasas posibilidades de éxito en un sistema judicial sometido a la voluntad política.

La campaña anticorrupción emprendida por el presidente chino Xi Jinping para sanear el aparato del Partido Comunista ha hecho caer en desgracia a numerosos altos cargos, así como a muchos funcionarios.

Aunque el país, según las ONG, ejecuta a más condenados que todo el resto del mundo, es muy raro que los altos oficiales chinos corruptos sean condenados a pena de muerte.

La condena a muerte de Zhang Xinhua fue pronunciada el mismo día que se conoció el fallo muy mediático de Liu Tienan, exdirector de la poderosa Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo (NDRC).

Con el rango de viceministro -situado muy por encima en la jerarquía que Zhang-, Liu Tienan fue condenado a cadena perpetua por haber recibido el equivalente de 4,5 millones de euros.